Chorizo a la sidra
Ingredientes:
Otra de nuestras tapas típicas, muy extendida por toda la geografía española, especialmente por el norte, es el chorizo a la sidra. Procedente de la cocina asturiana, constituye un delicioso y muy sabroso plato, válido tanto como tapa o aperitivo, y en cualquier época del año.
Además, es una receta muy sencilla, fácil de preparar, con poquísimos ingredientes y bastante económica. Como ves, te lo ponemos a tiro: ¿te animas?
El ingrediente principal es el chorizo. Pero no cualquier chorizo: ha de ser uno específico, el que solemos denominar “chorizo asturiano”. Tiene la característica principal de ser algo ahumado y poco curado, y cuyo uso es especial para cocina. Es del mismo tipo que empleamos para hacer la fabada asturiana.
Cómo hacer chorizo a la sidra:
- Ponemos los chorizos enteros en una sartén, a fuego medio, sin nada de aceite (la propia grasa que va soltando el chorizo es suficiente). ¡No pinchamos los chorizos!
- Dejamos tostando unos 5 minutos por ambos lados, que queden dorados.
- Bajamos el fuego y añadimos la sidra (y el laurel, si optamos por incorporarlo). Dejamos cocer de 15 a 20 minutos a fuego bajo, hasta que observemos que la salsa ha reducido un poco. Ojo, ¡no nos quedemos sin jugo!
- Para verificar que están en su punto de cocción, pinchamos con un palillo: si están tiernos y el palillo sale seco, ya los tenemos.
- Sacamos y cortamos en rodajas gruesas.
Y ya tenemos nuestros exquisitos chorizos a la sidra. Servimos en cazuelas de barro, con el jugo de su cocción. Otra forma de presentar sería como tosta en una rebanada de pan de pueblo, acompañado de un pimiento verde frito.
Y para beber, preferiblemente, sidra asturiana escanciada bien fría.
El truco:
- Opcionalmente, podríamos emplear chorizo asturiano picante (si eres “picajoso”).
- Igualmente, podemos optar por cocinar los chorizos directamente en la cazuela de barro donde vayas a servirlos, especialmente si tu cocina es de gas.
- El laurel que hemos incorporado no es necesario aunque recomendable, nos aporta mayor aroma.
- Si no se consumen en su totalidad, o incluso decidimos modificar las cantidades y hacer en mayor proporción, podemos reservar los sobrantes en un bote de cristal, con el jugo restante, y conservar en el frigorífico, pues duran bastante (por lo menos un par de semanas).
- Y con los sobrantes también podríamos hacer otros preparados, como por ejemplo los famosos bollos preñados, o unos macarrones con tomate y chorizo, o unas patatas revolconas…
Alérgenos:
Este plato no es especialmente peligroso para las personas alérgicas.
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