El futuro trae retos para la hostelería. Algunos ya presentes, como el alza generalizada de precios o la guerra en Ucrania, y otros esperados como la cacareada recesión. No obstante, el sector afronta esta realidad desde una posición más favorable o, al menos, atenta, ya que estos últimos años de crisis han vuelto a demostrar su capacidad de adaptación.

«A pesar de la opinión de los agoreros, en diciembre la luz sigue encendida, aunque cara y el cliente no ha renunciado a salir», ha señalado el presidente de Hostelería de España, José Luis Yzuel, durante la presentación de su Anuario 2022. Así lo evidencia el hecho de que este año se ha mantenido la senda de recuperación iniciada en 2021, con una evolución creciente respecto al año anterior y acercándose a las cifras prepandemia.

En este año el sector hostelero está facturando cerca del doble que en 2021 (87.816 millones de euros), y aunque todavía se sitúa por debajo de las cifras precrisis al cierre del año se prevé alcanzar o superar ligeramente los datos precrisis. En 2019, año de referencia para bien y para mal, el conjunto del sector alcanzó los 131.209 millones de euros, de los que cerca de 100.000 millones correspondieron a la restauración.

Este camino hacia niveles previos a la pandemia se ha logrado pese a los constantes presagios que vaticinan un frenazo en el consumo

Este camino hacia niveles previos a la pandemia se ha logrado pese a los constantes presagios que vaticinan un frenazo en el consumo, y que por el momento no terminan de materializarse. Ahora bien, las empresas hosteleras no han conseguido recuperar la rentabilidad debido a los altos costes de la energía y de las materias primas de los que dependen directamente.

Con todo, desde la patronal confían en que el Carpe Diem perdure una vez entrado el 2023. Para el próximo año, en un escenario positivo con continuidad en la progresiva relajación de los precios iniciada estos últimos meses y la adaptación de los negocios a la nueva situación a través de nuevos modelos de gestión, se espera un crecimiento por encima del PIB. En porcentajes, puede estimarse en torno a un 5 y 7% de aumento, según el escenario sea menos o más favorable.

La rentabilidad, la asignatura pendiente

En cuanto a los retos, destaca la necesidad de seguir avanzando en aspectos en los que el sector viene trabajando para adaptarse a la nueva realidad que pasa por la digitalización de los negocios, una búsqueda de una mayor profesionalización de los trabajadores y un impulso en la sostenibilidad.

Yzuel confía en que “en 2023 se consolide la senda de recuperación que ya se ha iniciado este año. La gran asignatura pendiente para la viabilidad de los negocios es conseguir alcanzar niveles de rentabilidad acordes al crecimiento de la facturación, ya que el tsunami de precios de materias primas y de la energía ha hecho que la rentabilidad haya estado muy mermada en 2022 a pesar de recuperar los niveles de consumo”.

Este año, las cifras de empleo también reflejan una buena evolución del sector, contando en la media hasta noviembre con 213.000 trabajadores más que el año anterior, alcanzando los niveles de 2019 con 1,7 millones. En junio se volvió a alcanzar el récord del empleo, con 1,8 millones de trabajadores, la cual se mantuvo durante todo el verano.

Por regiones, Canarias y Baleares muestran la mayor recuperación respecto a 2021, al ser las más impactadas durante la crisis.

Comparando con 2019, la mayor parte ya superan la facturación de aquel año. No obstante, Canarias todavía se sitúa por debajo, como La Rioja, Galicia, País Vasco, Madrid y Cataluña, algunas de ellas afectadas por el impacto del teletrabajo.