La hostelería y sus trabajadores evolucionan con la sociedad. Por tanto, si se tiene en cuenta que el rasgo más sobresaliente de la población española actual es el envejecimiento galopante, resulta evidente que una de las principales actividades económicas se vea afectada por esta coyuntura demográfica.

El empleo en el sector hostelero vive un serio reto de reemplazo generacional en un momento de especial actividad, tras recuperar los niveles previos a la pandemia y con previsiones de cerrar un verano de récord. En un reflejo de la situación demográfica del país, el grupo de ocupados de 345 y 44 años, hasta hace no mucho el más representativo, se empieza a ver superado por el de 45 y 54 en varios de los últimos trimestres.

Tal y como muestran los últimos datos relevados por el informe ‘Mercado de trabajo en el sector de hostelería’ de Randstad, este segmento poblacional alcanzaba los 384.510 trabajadores en la hostelería al cierre del primer trimestre de 2023. Una cifra que, en proporción, representa un 24% de los 1,56 millones de trabajadores total. Si se suman los 269.417 ocupados mayores de 55 años, aquellos por encima de los 45 de edad ascienden a 653.927 y suponen cuatro de cada diez empleados de la fuerza laboral hostelera actual.

Esta evolución ofrece evidencias claras de envejecimiento en el sector, puesto que cerca del 50% del empleo se localiza en los segmentos de edad comprendidos entre los 35 y 54 años, un 63% si se incluye a los que superan los 55 años.

Se trata de una problemática que se ve acentuada por la pérdida interanual del grupo de 16 a 24 años, que se sitúa en los 200.529 empleados, apenas un 12% del total. Pese a que históricamente la hostelería ha servido de cantera natural para los jóvenes, la falta de mano obedece a la inversión en la pirámide poblacional y un menor interés por trabajar en la actividad.

El informe destaca que los grupos de edad mayores de 45 años contienen el 47% del empleo de servicios de alojamiento, con una pérdida de empleo interanual. Aquí el grupo de 35 a 44 años es el más numeroso con 100.918 ocupados (28%), mientras que los jóvenes de entre 16 y 34 años representan el 25% (93.504).

Por contra, en comidas y bebidas el reparto es bastante equilibrado entre los distintos grupos de edad, con el de más de 55 años a la cabeza suponiendo casi una cuarta parte (289.005), al igual que el de 45 y 54 años (284.207).

Por su parte, el empleo joven en restauración llega al 32% (382.967), con una pérdida interanual del 4,7% entre las edades de 16 a 24 años. No obstante, la mayor caída en este sentido corresponde al segmento de 35 a 44 años, con 13 puntos menos que hace un año.

Al margen de edades, en el sector predomina claramente el empleo asalariado, lo que supone una tasa de salarización del 81%, algo por debajo de la media. Un total de 1.041.355 trabajadores asalariados desarrollaron su actividad en hostelería durante el primer trimestre de 2023 mediante una relación laboral indefinida.

«El fenómeno fijo-discontinuo ha generado un impacto importante en el sector, alcanzando máximos. El conjunto de asalariados contratados bajo esta modalidad continúa teniendo un peso importante en la hostelería, cercano al 13% de los indefinidos», señala Valentín Bote, director de Randstad Research.

Esta firma subraya que la hostelería es un sector con una temporalidad en el empleo en torno a la media (17,2%), tras haberse reducido considerablemente a raíz de la reforma laboral. En el primer trimestre del año, los ocupados con relación laboral indefinida crecieron interanualmente más del 20% en los dos segmentos que componen el sector.