La hostelería defiende la FP para tapar las vías de agua en la formación y el personal del sector
El compás de la hostelería en España va in crescendo desde el punto de vista social y económico. Con una aportación al PIB nacional del 6,7%, el sector ya genera 1,7 millones de puesto de trabajo de media al año, muy cerca del pico laboral alcanzado en agosto de 2019.
Lo curioso de este dato es que la cifra de empleo en la hostelería de nuestro país se ha duplicado en apenas dos décadas, pasando de los 900.000 puestos de trabajo a rozar los 1,8 millones. Esta evolución ratifica su condición de sector en constante evolución, que en este momento se encuentra en un proceso de reconversión con tres grandes palancas de transformación: la sostenibilidad, la digitalización y la profesionalización.
La más acuciante es la profesionalización, muy por delante de las otras dos, con una necesidad formativa imperante. Para José Luis Yzuel, presidente de Hostelería de España, «el último de estos resortes viene de la mano de una formación de calidad y adaptada a las necesidades del sector, que permita la generación de profesionales que maximicen la competitividad de los negocios a través de un servicio de calidad». Así lo destaca la patronal en el manual para facilitar la acogida de estudiantes de Formación Profesional Dual creado junto a Caixabank.
Fruto de un trabajo de casi un año, este manual de acogida tiene el objetivo de impulsar la formación de profesionales en hostelería a través de la FP Dual, que puede ser una herramienta adecuada para mejorar la productividad y la competitividad de los establecimientos de restauración en España. De hecho, aspira a preparar al restaurador para el gran de tendencia que se avecina, toda vez que según el FPAnálisis de CaixaBank Dualiza difundido en febrero de 2023, desde esa fecha hasta el 2030 se crearán 700.000 oportunidades de empleo.
Apenas 50.000 estudiantes optaron el pasado año por un ciclo de FP de Hostelería y Turismo
Sin embargo, estas previsiones se dan de bruces con la realidad de una vocación menguante, en la que cada vez menos estudiantes optan por estos estudios. Apenas 50.000 estudiantes optaron el pasado año por un ciclo de FP de Hostelería y Turismo en sus modalidades de FP Básica, Grado Medio o Superior. Una cantidad insuficiente para cubrir la falta de profesionales futura.
De un tiempo a esta parte, este problema en la falta de personal y que, si no se actúa, podría agravarse. «Es clave impulsar más formación y es clave apoyarnos en la FP como pilar profesionalizador de quienes se ocuparán de este sector el día de mañana», señala Paula San Luis, directora de Caixabank Dualiza.
Una las razones que explican esta falta de personal es que se ha reducido el número de jóvenes en España, lo cual tiene un impacto director ya que históricamente la hostelería ha representado la puerta de entrada al mercado laboral para muchos de ellos, al margen de que después hicieran carrera en otros sectores. Asimismo, la adopción del plan Bolonia en la educación superior promueve una conciliación más difícil con el trabajo.
Algunas de las ventajas que aporta este sistema formativo son la cualificación de la hostelería, una optimización de la estrategia de reclutamiento, reducción de costes de contratación formación a medida o actualización de los empleados, entre otras. En este sentido, el manual explica qué hacer antes de la incorporación del alumnado al establecimiento, y una vez se ha incorporado, qué oferta formativa está disponible a través de los diferentes ciclos, contratos y becas, proceso de acogida o las diferencias entre formación en cocina o formación en sala y barra.
Ese papel proformador de la empresa es clave ya que permite formar al estudiante con todas las competencias requeridas por el mercado y hacerlo con la última tecnología de la que dispone el ámbito empresarial, que a menudo no ha llegado todavía a los centros educativos. Según estimaciones de la patronal, alrededor de 300.000 empresas podrán beneficiarse de estos planes formativos, lo que contribuirá a aliviar problemas relacionados con el personal. En su mayoría son Pymes, con un gran peso dentro del sector.
Para San Luis, «esa previsión en la formación de nuevo talento ha de ir acompañada de la certificación de muchos de los que ya se encuentran trabajando, tienen los conocimientos, pero carecen de titulación que les acredite, y ahí también es clave la FP, en contribuir a mejorar la empleabilidad de las personas y facilitar talento capacitado a la empresa”.
En esta línea, Yzuel considera que “es el momento de dignificar esta profesión, a través de un programa formativo de calidad, con un gran peso de la Formación Profesional Dual ,que sin lugar a dudas es una herramienta magnífica para uno de los grandes hándicaps del sector; atraer y retener talento”.