La hostelería abraza la franquicia como modelo de negocio refugio ante la incertidumbre
La hostelería española es terreno para franquicias. Está especialmente abonado entre las cadenas de restauración, ya sean grandes o pequeñas, que a raíz de la pandemia viven un periodo boyante marcado por el tirón de aperturas. Hasta el punto que algunas de las enseñas más consolidadas del mercado nacional apuesta por expandirse bajo el paraguas de este modelo de negocio.
La gran referencia es McDonald´s, que opera más del 90% de sus restaurantes en régimen de franquicia. O, expresado de otra forma, tan sólo tiene 48 locales en propiedad de los 586 con los que cerró en 2022. Actualmente tiene más de 120 franquiciados, con una media de 4,5 locales, y sus planes pasan por potenciar todavía más esta vía. Estrategia en la que se enmarca su campaña para captar mujeres franquiciadas, y de la que han surgido casi un centenar de candidaturas.
Restalia, con una red cercana a los 700 establecimientos, también aboga por optimizar su cartera de franquiciados. Por un lado, apuesta por contar con equipos locales para crecer en sus principales zonas de interés. Por otro, ha puesto en marcha un proyecto para reconvertir bares en una situación complicada en franquicias de 100 Montaditos, vía que aspira a representar el 20% de sus nuevas aperturas.
Durante la crisis financiera la restauración experimentó un gran impulso, gracias al reducido margen de retorno que planteaba la inversión
Alsea, uno de los principales grupos de restauración a nivel mundial, también aboga por crecer vía franquicias. Tal y como informó este medio, ahí destaca el proyecto impulsado por Domino´s Pizza para incorporar nuevos locales a su red franquiciando pizzerías actualmente operativas. El objetivo es llegar a todos los puntos de España donde todavía no tiene presencia la marca. De la misma forma, el modelo franquiciado representa casi el 30% de los 157 locales de VIPS en toda España.
«Es una forma más segura de invertir y adquirir conocimiento en un sector en el que, quizás, el franquiciado no tenga mucha experiencia», destacan desde Avanza Food, cuyo foco está puesto en aumentar su portfolio actual de 40 franquiciados. En esta línea, resulta especialmente particular el planteamiento de Pizza Hut, que hace unos meses cerró sus tiendas propias para centrarse en franquicias, cuyos royalties le reportaron 23,6 millones en 2021.
Bondades y retos
Durante la crisis financiera la restauración experimentó un gran impulso, gracias al reducido margen de retorno que planteaba la inversión en determinadas marcas. Ahora bien, ¿sigue siendo determinante este factor o ha dejado paso a otros? Para Xavier Altarriba, consultor de T4 Franquicias, «la explosión del take away en pandemia ha motivado que algunos negocios tradicionales hayan decidido reducir sus locales e, incluso, eliminar el servicio de mesa en algunos casos. Este hecho ha permitido rebajar costes de inversión en algunas marcas, además de reducir también los costes operativos y facilitar la explotación del negocio».
Lo cierto es que, más allá de grandes nombres, enseñas con una trayectoria más corta y menos consolidada se han abierto a explorar esta fórmula para replicar negocios más que calibrados.
El Kiosko, La Pepita Burger, Saona o Amorino son ejemplo de ello, por mencionar algunas. Se trata de un boom que, en opinión de este experto, responde a que la franquicia sigue siendo un sistema-refugio para la inversión. «Una cadena organizada suele tener mejores herramientas para capear cualquier crisis. Ya ocurrió en pandemia, donde la mortaldad en franquicia fue muy inferior a la registrada en negocios tradicionales».
Y pese a que el contexto económico es poco favorable, la clave radica en ajustar todos los costes, sobre todo en restauración donde el aumento energético e hipotecario se suma el de la materia prima, y optimizar al detalle la gestión logística.
Actividad con presencia y gran generador de empleo
El fuerte peso que tiene la hostelería queda validado por los datos de ‘La Franquicia en España 2023’, informe elaborado por la Asociación Española de Franquiciadores en colaboración con la banca corporativa Cajamar. Para empezar, se trata del sector que cuenta con más marcas en el sistema franquicia. Asimismo, es el segundo que obtuvo una mayor facturación en 2022, acumuló más número de establecimientos y generó más empleo.
Las magnitudes de cada índice hablan por sí mismas. Del total de 1.375 marcas que integra el sistema de franquicias español, 224 corresponden a la hostelería y restauración, integradas en seis subsectores de actividad. Le siguen la moda con 213 cadenas y estética con 107. De la misma forma, facturó 6.105 millones de euros, de los que la mitad correspondieron al segmento fastood.
En términos de locales, cuenta con 10.197 puntos de venta y 43.258 trabajadores en todo el país. La mayor presencia corresponde a negocios de fastfood (4.636), seguidos de restaurantes y hoteles (3.074), tapas (757) y heladerías (671).
No osbtante, en medio de esta fiebre surge la pregunta de si todas las marcas son viables como franquicias. «Yo siempre explico que el único restaurante no franquiciable es El Celler de Can Roca, porque sin los hermanos Roca al frente, el negocio no tiene sentido (o el valor que se le pretende)», conclluye Altarriba. «Sin ir tan al detalle, cualquier concepto de restauración es franquiciable si se ajustan los parámetros principales de rentabilidad y operatividad para que lo conviertan en un modelo replicable y atractivo de cara al mercado de inversión».