Cuatro décadas después de su aterrizaje inicial, a Pizza Hut se le sigue resistiendo España. El cierre de 22 tiendas propias y el despido de 276 empleados ha hecho aflorar nuevamente las dificultades de la marca para asentarse en el mercado nacional, donde tras pasar por varios grupos trabaja con el objetivo de impulsar su red de franquicias.

Aunque Mixor, filial de Food Delivery Brands, no logró traspasar la titularidad de estos locales, tiene razones para creer que su apuesta por el modelo franquicia es acertada. Incluso puede que le permita impulsar de una vez por todas la enseña en nuestro país, reto que se ha convertido en el particular Sísifo. Y es que ya van varias veces que a Pizza Hut le toca llevar la roca montaña arriba hasta la cima para tener que empezar de nuevo.

En primer lugar, franquiciar se trata de la principal actividad de Mixor, ya que se dedica a la gestión y explotación como master franquiciado de Pizza hut en España y varias regiones. Así lo viene haciendo desde el año 2019, cuando entró en vigor la alianza estratégica entre Telepizza y Yum! Brands para el crecimiento de la marca, que llegó a España en 1980 y llegó a contar con 130 establecimientos en su primera etapa.

Al cierre de 2021, la sociedad desarrollaba un total 39 franquicias españolas de Pizza Hut, frente a las 47 de 2020. Esta reducción en el número de locales se justifica por el impacto de la pandemia en su actividad, que incluía la gestión de 28 tiendas propias, las cuales se encuentran en plena fase de cierre, a excepción de un centro en Granada que finalmente será traspasado a un franquiciado.

La operadora de la marca ingresó 23,6 millones por el cobro de royalties en 2021, el 90% de su negocio total

Además de las master franquicias de España, Mixor tenía otras 21 repartidas en distintos territorios de Portugal, Latam y el Caribe hasta el año pasado. En total, cerca de 70 locales bajo una fórmula de negocio que consiste principalmente en el asesoramiento de la gestión de tiendas de terceros, a cambio de un porcentaje sobre las ventas (royalty) que representa el grueso de su facturación.

Y es que según las últimas cuentas depositadas ante el Registro Mercantil, los ingresos por prestación de servicios correspondientes a los royalties de Pizza Hut alcanzaron los 23,6 millones de euros durante el 2021, sobre un total de 29,6 millones.

Los seis millones restantes procedieron de las ventas en sus locales propios, ni una cuarta parte de la rentabilidad que reportan las franquicias. Expresado de otra forma, supusieron el 80% del negocio de la compañía, un volumen mayor que en 2020, cuando obtuvo 18,2 millones por la explotación de la marca en España.

No obstante, al igual que cobra a los franquiciados, el grupo Food Delivery Brands paga otro royalty a Yum! Brands, así como un honorario dentro de la alianza con Telepizza. El primero de estos conceptos ascendió a 8,1 millones de euros el año pasado, mientras que el segundo llegó a los 11,69 millones, por lo que desembolsó casi 20 millones por gestionar los derechos de Pizza Hut.

A pesar de estos elevados gastos, a los que cabe sumar un millón por cuotas de arrendamientos, la compañía logró cerrar el 2021 en positivo. Concretamente obtuvo un beneficio de 761.146 euros, insuficiente para compensar un balance negativo que supera los 16,7 millones de euros. Este déficit, acumulado en los últimos años, llevó a que los accionistas del grupo concedieran un préstamo subordinado para financiar las necesidades del mismo por un importe máximo de 43,3 millones de euros, habiendo desembolsado hasta la fecha 20,6 millones.

Contratos de larga duración y modelos adaptados

Hay otro factor que explica la decisión por parte de Pizza Hut de virar el foco al modelo franquicia, y es la garantía de futuro que representa para su negocio. Prueba de ello es que en España la duración de los contratos de master franquicia es de treinta años con dos prórrogas de una década, es decir un total de cincuenta años.

Estas mismas condiciones se hacen extensibles a Portugal y Chile, mientras que para otros mercados son de diez años iniciales más dos prórrogas de diez y cinco años. Asimismo, subarrienda a sus franquiciados los locales en los que operan la marca a través de contratos por un periodo de diez años normalmente.

Por si fuera poco, Mixor tiene el compromiso con el dueño de Pizza Hut de abrir un número establecido de locales nuevos durante la próxima década, con objetivos anuales acordados por ambas partes y que en el caso de España se fijó en 200 aperturas para 2025, si bien a raíz de los últimos acontecimientos podría haberse revisado.

Por lo general, la compañía apuesta por franquiciados con capacidad de gestionar varias unidades, preferiblemente con experiencia en el sector de hostelería, y dispuestos a involucrase en la operación del negocio. A partir de una inversión inicial de 200.000 euros, un royalty del 6% y un umbral de retorno de entre tres y cinco años, ofrece tres conceptos de negocio en función de la zona y el perfil emprendedor: PH Dine In o restaurante tradicional, PH Delivery dedicado a la entrega a domicilio y para llevar y Express, para la comercialización de porciones de pizza para llevar.

Requisitos al margen, Pizza Hut tiene el reto de atraer el interés emprendedor en un mercado muy competitivo como es el español. Sin ir más lejos tiene en casa a Telepizza -ambas marcas son subsidiarias de Food Delivery Brand- su histórico competidor y principal cadena de pizzerías en España con una cuota de mercado superior al 59% gracias a sus más de 700 locales repartidos por todo el país.

Al mismo tiempo, otras cadenas han reforzado su presencia en España en los últimos años. Es el caso de Domino´s Pizza, que desde su aterrizaje en nuestro país en 2009 se ha hecho con una cuota cercana al 22% y 364 establecimientos, la mayoría propios. Del mismo modo, operadores locales como Pizzerías Carlos cuenta con 72 locales en el territorio nacional, cifra que pretende aumentar tras dar entrada en su capital al fondo Taste of Italy 2; mientras que Papa John´s ha conformado una directiva compuesta por antiguos ejecutivos de Telepizza con el objetivo de materializar 200 aperturas hasta 2025.