Hostelería de Madrid calcula que el plan energético tendrá un impacto negativo de 116 millones hasta septiembre

Hostelería de Madrid calcula que el plan energético tendrá un impacto negativo de 116 millones hasta septiembre

Publicado el miércoles 10 de agosto del 2022 | 13:38
miércoles 10 de agosto del 2022 | 13:38

Aunque desde el principio el plan energético no ha convencido a la hostelería, sus consecuencias pueden ser críticas para la actividad de un sector que lucha por dejar atrás la crisis del coronavirus. En este sentido, Hosteleria Madrid, una de las asociaciones que se ha pronunciado con más contundencia respecto al alcance de las medidas planteadas, estima que los establecimientos de la región sufrirán hasta finales de septiembre una pérdida de 116 millones de euros. Un impacto directo en sus cuentas derivado del descenso de un 3% en la clientela, que podría llegar al 5 % en el caso de producirse una desaceleración del turismo.

Aunque la patronal preveía alcanzar una facturación de 16.395 millones de euros en 2022, consideran que los límites a la climatización y la luminosidad de los locales podrían rebajar estas expectativas. A día de hoy la hostelería madrileña ha recuperado el 93% de lo facturado en 2019. Pese a que las medidas deberían permitir un ahorro para los negocios, su aplicación supondrá una merma de 1,3 millones diarios a los negocios de la comunidad, alrededor de un 3% de sus ingresos.

Se prevé que la caída continúe hasta finales de septiembre, la cual afectará en mayor medida al consumo de personas mayores de 45 años. En este periodo del 10 de agosto al 30 de septiembre la hostelería regional sufrirá una pérdida de facturación de 70 millones de euros. Si a ello se le añade la pérdida de atractivo de Madrid en el ámbito turístico, lo que supondría un impacto añadido de un 2 %, a razón de 898.405 euros diarios, para un total de 46 millones adicionales.

«En total en los próximos dos meses, las medidas del Gobierno supondrán un impacto negativo de 116 millones euros para la hostelería madrileña en la ciudad de Madrid», advierten desde la asociación. No obstante, la situación podría agravarse a partir de otoño, toda vez que se prevé un escenario de descenso en el consumo como consecuencia de la pérdida de renta disponible para las familias, por efecto de la inflación y la subida del coste de materiales primas. Esto incluye el gasto en ocio y restauración, de los primeros que suelen ajustarse en el consumo minorista.

Los cálculos de Hostelería de Madrid arrojan un perjuicio económico de 520 millones de aquí al verano de 2023

Pero es que además las previsiones para este invierno tampoco son positivas, ya que el impacto de limitar a 19 grados la calefacción, junto al resto de medidas, implicaría una caída diaria del 5% en la facturación de la restauración, alrededor de 2,24 millones diarios, llegando a alcanzarse los 202 millones de perdidas durante los tres meses estacionales.

Si además se tiene en cuenta que el plan energético deberá mantenerse durante los meses de verano de 2023, los cálculos de Hostelería de Madrid arrojan un perjuicio económico de 520 millones en todo su conjunto. En este sentido, la asociación destaca el esfuerzo de ahorro energético que han realizado últimamente las empresas de Madrid, gracias a la mejora de los sistemas de iluminación y a la compra de maquinaria más eficiente, al tiempo que reducen el consumo a través de políticas de ahorro para reducir la factura de la luz.

En este contexto, de cara a rebajar esta factura, reclaman medidas económicas y financieras para remediar la situación, como establecer períodos de carencia para los ICO o la reducción de la carga impositiva de las empresas, especialmente de las pymes. De igual manera, se requieren marcos sancionadores que se ajusten a la realidad de las pymes.

Finalmente, desde Hostelería Madrid invitan al Gobierno de España a “establecer mecanismos para medir objetivamente el esfuerzo energético que se plantea a las pymes y así ponderar las medidas restrictivas de la temperatura en los locales, para que tengan el menor impacto en el empleo”. Asimismo, considera «imprescindible que estas medidas se consensuen con las Comunidades Autónomas y los sectores económicos, evitando la improvisación y estableciendo unos objetivos compartidos en los próximos meses que ajusten las medidas a la necesidad real de ahorro necesario en cada momento».

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