Pestiños caseros
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Ingredientes:
Los pestiños son un postre tradicional español que se suele consumir en Semana Santa, aunque se pueden disfrutar en cualquier época del año. Estos deliciosos dulces fritos y bañados en miel o azúcar, tienen una textura crujiente por fuera y suave por dentro, y son muy fáciles de hacer en casa con unos pocos ingredientes. Así que vamos con los pestiños caseros.
Los pestiños tienen un origen muy antiguo y están vinculados a la cultura culinaria andaluza. Se cree que su receta se remonta a la época de la dominación árabe en España, cuando la influencia de la gastronomía árabe en la Península Ibérica era muy notable. Los pestiños se preparaban entonces como ofrenda a los Reyes Magos, y su forma y sabor han evolucionado con el paso de los siglos hasta convertirse en el delicioso dulce que hoy conocemos. Originalmente, eran una masa de harina y miel que se cocía al horno para hacer una especie de pan plano. En la actualidad, los pestiños son una delicia muy popular en toda España y se disfrutan especialmente durante la Semana Santa.
Para otros dulces propios de la Semana Santa no dudes en probar nuestras torrijas, los huevos de Pascua caseros, nuestras famosas rosquillas de anís al horno, o nuestra exquisita mona de Pascua.
Cómo hacer pestiños caseros:
- Antes de nada, vamos a aromatizar el aceite. Cogemos una cacerola, echamos el aceite de oliva suave y el ajonjolí. Encendemos el fuego y a fuego suave dejamos que se vaya calentando. Una vez caliente, apagamos el fuego y dejamos enfriar.
- A continuación, en un bol grande, mezclamos la harina, la sal, la ralladura de un limón, y agregamos el aceite aromatizado ya frío. En cuanto lo tengamos bien integrado, echamos el vino blanco, y continuamos removiendo.
- Cuando hayamos obtenido una masa suave y homogénea que se pueda manejar bien con las manos, la dejamos reposar unos 10 / 15 minutos.
- Pasado este tiempo, espolvorea harina sobre una superficie limpia y lisa y estiramos la masa con un rodillo hasta que tenga un grosor de aproximadamente medio centímetro. Seguidamente, con un cuchillo afilado o un cortapastas, cortamos en cuadrados o en tiras de unos cuatro centímetros de ancho y unos diez centímetros de largo. La forma irá en función de cómo prefiráis que os queden.
- Después, nos pondremos a calentar abundante aceite de girasol en una sartén honda hasta que esté bien caliente. Mientras se va calentando, aprovechamos y le damos forma a nuestros pestiños caseros.
- Podemos realizar los pestiños de la forma que prefiráis. Si escogéis la tradicional y los hemos cortado en cuadrado, unimos las puntas opuestas y presionamos para que no se despeguen. Si preferís una forma más original y hemos hecho cortes más alargados, haremos una pequeña incisión a lo largo en el centro, y con cuidado metemos por el corte uno de los lados y estiramos.
- En cuanto el aceite esté caliente, freímos los pestiños en tandas pequeñas hasta que estén dorados por ambos lados. Los retiramos de la sartén con una espumadera y los colocamos sobre papel absorbente para retirar el exceso de aceite.
- Para terminarlos podemos escoger varias opciones. Podemos hacerlos con miel: mientras estén aún calientes, calentamos miel en una cacerola a fuego medio. Una vez que esté caliente, retiramos la cacerola del fuego y sumergimos cada pestiño en la miel, asegurándonos de que estén bien cubiertos por ambos lados. Colocamos los pestiños bañados en miel sobre una bandeja y los dejamos enfriar antes de servir. Podemos decorarlos con un poco de azúcar glas o almendras picadas. Si hemos decidido rebozarlos en azúcar: colocamos el azúcar en un cuenco con la canela y removemos. Una vez se hayan enfriado, los pasamos por la mezcla, bien rebañados.
¡Y los tenemos! Una receta sencilla y deliciosa para hacer tus propios pestiños caseros. Son perfectos para compartir con amigos y familiares, y también son un gran regalo para llevar a una cena o reunión. ¡Disfrútalos!
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