Receta fácil donde las haya. Rápida. Rica. Versátil. Hoy os enseñamos a hacer mantequilla de cacahuete o mantequilla de maní casera. Son todo ventajas frente a las que podéis encontrar en los supermercados. Al hacerla vosotros mismos ahorráis dinero y evitáis consumir ingredientes que prácticamente todas las mantequillas industriales contienen: azúcar, sal refinada, aceites refinados y nada saludables (de palma, por ejemplo).
El cacahuete o maní es un alimento muy especial. Suele decirse que es un fruto seco, pero es en realidad una legumbre. Sin embargo, cuenta también con algunas virtudes de los frutos secos. Por eso es tan completo.
Nos ofrece una buena cantidad de proteínas, vitamina B3 (niacina), calcio, magnesio, fósforo y potasio, entre otras cosas. Es estupendo para consumir tras un esfuerzo físico, o en épocas donde necesitemos energía extra. El aceite de cacahuete (al igual que el aceite de coco) soporta muy bien las altas temperaturas, por lo que es ideal para cocinar a fuego fuerte.
Este no-fruto-seco se usa de diferentes maneras por todo el mundo. Si quieres comer cacahuetes al estilo del Sudeste Asiático prueba nuestra ensalada de garbanzos estilo Thai. Y diluyendo la mantequilla de cacahuete con un poquito de leche vegetal tendrás un topping delicioso para tu helado “nice cream”, el bizcocho vegano de plátano o las tortitas de avena.
Cómo hacer mantequilla de cacahuete casera
Lo ideal es comprar los cacahuetes crudos y tostarlos en casa (en caso de que queramos tostarlos, que no es obligatorio, pero le da a la mantequilla de cacahuete un toque y aroma especiales). Podéis añadir especias, sal, algún endulzante… ¡lo que os apetezca! O usar avellanas, anacardos, almendras…
Tostamos los cacahuetes en el horno, entre 10 y 15 minutos a 180°. Si no queremos encender el horno podemos tostarlos ligeramente en una sartén.
Los introducimos junto a la sal en una picadora, batidora de vaso o robot de cocina, y trituramos. El proceso tarda unos minutos. Primero tendrá una textura arenosa, y cuando empiecen a soltar el aceite se pegarán en los laterales del robot. Bájalos con una cuchara o espátula las veces que haga falta. Podemos agilizar este proceso añadiendo 2-3 cucharadas de aceite de oliva.
Guarda tu mantequilla de cacahuete en un tarro en la nevera. ¡Dura meses!
El proceso es similar al que seguimos para elaborar el turrón de Jijona, el tahini casero o el gomasio. Cambian los tiempos de triturado, con los que obtenemos diferentes texturas.
En 20 minutos podéis tener una deliciosa y saludable crema que podéis usar a discreción. Sí, sí. Olvidad eso de que “las grasas son muy malas” y “hay que reducir al máximo su consumo si queremos adelgazar”. Es vital para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo que ingiramos grasas de calidad.
Una mantequilla de cacahuete casera, o de almendras, de avellanas… son ingredientes que no deberían faltar en las cocinas de los amantes de la alimentación saludable. Y podéis elaborarlas todas con este procedimiento. Sencillo, ¿verdad? Usadlas en tostadas (con mermelada), patés vegetales, cremas de verduras, aliños para ensaladas, o para hacer otras elaboraciones. ¿Alguien dijo nutella casera?