Salsa roquefort

Salsa roquefort
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  • Esta receta contiene Huevos
  • Esta receta contiene Lactosa
Tiempo de Preparación
15 minutos
Número de Raciones
4 personas
Categoría de la receta

Ingredientes:

Para los más queseros, tenemos el placer de presentaros cómo hacer una salsa roquefort. Intensa, con cuerpo y carácter, esta salsa será el complemento perfecto para carnes, pastas, o ensaladas. Su sabor cobrará protagonismo, adquiriendo fuerza con cada bocado. ¡No podrás evitar caer en la tentación!

Si no sabéis qué acompañar con esta deliciosa salsa, os sugerimos unas sencillas y deliciosas patatas gajo con ajo o porque no, un solomillo con salsa roquefort. La combinación de sabores será una explosión que sorprenderá hasta a los menos amantes del queso.

Sin más dilaciones, os presentamos esta receta con nombre propio.

Elaboración de salsa roquefort:

  1. En un cazo a fuego bajo-medio agregamos una nuez de mantequilla. Esperamos a que se derrita y distribuimos por el fondo con una cuchara de madera.
  2. Agregamos un chorrito de nata, equivalente a la medida de un chupito o una onza. Mezclamos con la mantequilla, ligando la salsa suavemente.
  3. Cuando la nata coja un poco de temperatura, agregaremos directamente nuestra cuña de queso. Si la nata está caliente, veremos que el queso no se quema en el fondo de la sartén al derretirse. Por eso, es importante controlar la temperatura de la salsa.
  4. Al incorporar el queso, éste empezará a derretirse rápidamente, por lo que debemos remover continuamente.
  5. A continuación, agregamos poco a poco el resto de la nata, controlando siempre la consistencia final deseada.
    Si nos pasamos de nata puede ocurrir que camuflemos el sabor del roquefort, reduciendo su intensidad. Por lo tanto, tener cuidado con las cantidades y las proporciones, recordad que el objetivo al añadir nata es aportar textura a la salsa, pero manteniendo siempre el sabor principal que aporta el queso roquefort.
  6. Cuando se haya derretido todo el queso, agregamos un huevo previamente batido y esperamos a que se liguen bien todos los ingredientes.
  7. Finalmente, salpimentamos y añadimos un poquito de rayadura de nuez moscada, removemos un par de minutos más y retiramos del fuego.
    Otra opción para aquellos que no les gusta la nuez moscada es incorporar unas nueces machacadas en trocitos pequeños.

Ya tenemos lista para servir nuestra salsa roquefort ya sea caliente o fría.

En el caso de que no tengáis queso roquefort no os preocupéis, existen muchas opciones. Os recomendamos recurrir a denominaciones de origen españolas de queso azul, que nada tienen que envidiar a los quesos franceses. Por ejemplo, podemos utilizar el queso asturiano Cabrales, el cántabro queso Picón Bejes-Treviso, más conocido como queso picón o el queso Valdeón de León.  ¡Las posibilidades son infinitas, y todas están igual de ricas!

¡Think different!

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