Aceite al chile verde
Ingredientes:
En ocasiones es necesario conocer cómo hacer cosas simples en la cocina que nos hagan triunfar aportando un toque diferente a nuestros platos. Éste el caso del aceite al chile verde. Completamente fácil y sencillo de preparar, esta salsa aromática es un perfecto acompañante de verduras y ensaladas.
Da rienda suelta a tu imaginación después de conocer esta propuesta fresca y ligeramente picante. Manos a la obra, aunque sólo 5 minutos.
Cómo hacer la salsa de aceite al chile verde:
- Para preparar el aceite al chile verde es fundamental utilizar perejil y menta frescos. Antes de introducirlos en el robot de cocina y triturarlos debemos limpiar bien el perejil en agua fría, retirando el polvo que pudiese tener así como cualquier otro residuo.
- A continuación, secamos muy bien el perejil con papel de cocina y quitamos los tallos principales y secundarios para quedarnos solo con las hojas. Así, evitaremos aportar amargor a la salsa.
- Picamos todos los ingredientes en un robot de cocina y trituramos hasta obtener una salsa espesa y homogénea.
Regulamos el picante controlando cuánto chile verde agregamos. Recordad que al utilizar este tipo de ingredientes es muy relativo hablar de cantidades, así que probarlo antes de picarlo. - Como siempre, el toque de sal es fundamental. No olvidemos que estamos cocinando una salsa que es un complemento para otros platos que ya estarán sazonados. Con una punta de una cuchara de postre bastará, aunque ya sabéis, al final manda el gusto de cada uno.
Como habéis podido observar, esta receta es apta para cualquier persona sea cual sea su nivel en la cocina. Eso sí, no os olvidéis de utilizar producto fresco y de calidad. Cuidado si el aceite es demasiado intenso porque puede robarle protagonismo al plato principal con el que acompañemos esta salsa. Recordad que el objetivo es jugar con el frescor del perejil, la menta y el puntito picante del chile verde.
Nuestra forma favorita de utilizarla es mezclando una cuchara sopera de la misma con un yogur y utilizarla a modo de aliño de unas verduras al horno o incluso como salsa con un poquito de tomate picado para un aperitivo con nachos. Si queréis probarlo en ensalada podéis aliñar nuestras recetas de ensalada de berenjena, tomate y mozzarella o ensalada de quinoa con aguacate y rúcula.
Consejo de conservación y cocina de aprovechamiento:
Si os pasa como a nosotros que cada vez que compráis perejil os sobra la mitad y se os acaba poniendo feo en la nevera, sabed que esta propia receta es una gran forma de conservarlo. Si por el contrario, lo queréis conservar al natural, podéis utilizar el socorrido truco del perejil decorativo en un vaso de agua. No obstante, si lo guardáis dentro de un tupper en la nevera os durará más. Sin duda alguna, la solución más eficaz en el tiempo será congelarlo. Si depuramos nuestra técnica de conservación, podremos congelar el perejil directamente picado. Así, siempre utilizaremos lo que necesitemos.
¡Hasta la próxima cocinillas!
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