Salsa de tomate frito

Salsa de tomate frito
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Tiempo de Preparación
90 minutos
Número de Raciones
4 personas
Categoría de la receta

Ingredientes:

Para la elaboración de un plato digno de los restaurantes más selectos es imprescindible cuidar cada detalle. Por ello, nada mejor que contar con esta monumental receta de salsa de tomate frito casera. Este básico, presente en innumerables recetas, marcará la diferencia hasta en los platos más sencillos. Harás las delicias de tus invitados practicando la máxima esencia del slow food.

Sin aditivos, sin conservantes ni colorantes, esta salsa de tomate frito enamorará a toda la familia. Disfruta elaborando con ella, por ejemplo, nuestra propuesta de lasaña de carne con verduras, la base de la salsa de callos a la madrileña, o simplemente con la pasta que más os guste, como esta maravillosa salsa boloñesa. Como veis, las posibilidades son infinitas. Con una buena salsa de tomate frito aportaremos un toque de calidad a cualquier plato. ¡No querréis probar otra!

¡Allá vamos!

Cómo hacer salsa de tomate frito casera:

  1. En primer lugar, escaldaremos los tomates.
    Calentamos agua hasta ebullición en una olla. Hacemos un corte en cruz en la base de los tomates y los agregamos al agua. Se cortará el hervor, desde que vuelva a hervir, con un minuto más de inmersión será suficiente para sacarlos. Los pasamos a un bol con agua fría donde comprobaréis como pelarlos resulta muy fácil.
  2. Continuamos cortando nuestros tomates en trozos generosos, desechando la inserción del rabito. Siempre es mejor utilizar tomates maduros, pues darán mayor sabor a nuestra salsa y evitaremos puntos de acidez. Por descontado, utilizad un producto de calidad, nada de tomates de agua.
  3. En una olla fondeamos 4 cucharadas de aceite a fuego bajo – medio y agregamos 2 ajos majados. Con este paso conseguiremos que el aceite coja el sabor del ajo y así, el resto de ingredientes que vayamos añadiendo.
  4. Cortamos la cebolla en trozos pequeños (brunoise) y sofreímos a fuego medio hasta que esté a punto de ponerse a dorar la cebolla.
  5. Cuando la cebolla esté en su punto, la distribuimos bien por todo el fondo de la cazuela y agregamos el tomate troceado encima sin remover. El jugo del tomate se ligará con la cebolla. Una delicia.
  6. Esperamos 5 minutos manteniendo el fuego como estaba y revolvemos.
  7. Añadimos sal, romero y/o albahaca y mezclamos bien con todos los ingredientes. Ponemos el fuego bajo – medio.
  8. Solo queda esperar durante 1 hora para nuestra salsa de tomate frito vaya cogiendo cuerpo al chof-chof. Procurad tapar la olla los primeros 20 minutos para concentrar el sabor. Si tenéis tiempo para cocinar os recomendamos dejar hasta dos horas el tomate, notaréis la diferencia.
  9. Cuando veamos que el tomate se ha convertido en una maravillosa salsa roja, probamos el punto de sal y rectificamos si es necesario. Depende de como estén los tomates, en ocasiones podemos encontrar la salsa de tomate un poco ácida. Podremos corregirlo agregando un par de cucharadas de postre de azúcar, sí, sí, azúcar.

Recordar que al no haber utilizado casi azúcar el tomate no durará en la nevera más de tres días manteniendo su sabor. Por ello, es recomendable que si queréis hacer salsa de tomate frito en conserva, sigáis los estrictos pasos de conservación de alimentos.

¡A disfrutar!

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