Ingredientes:

Hoy os vamos a enseñar cómo hacer la mejor receta de bechamel para que nuestras croquetas salgan súper cremosas. Lo más importante para que nos salga una deliciosa bechamel es utilizar la misma cantidad de mantequilla que de harina. Si os gustan los platos con bechamel no os podéis perder nuestra receta de pollo relleno de espinacas y alcachofas, ni estos deliciosos canelones de berenjena, ni estos sublimes calabacines rellenos.

Cómo hacer bechamel casera:

1. Cogemos un cacito, le echamos la leche, y la colocamos sobre un fuego fuerte. En cuanto observemos que está caliente bajamos el fuego para que no hierva.
2. Mientras, nos hacemos con otra cacerola, la colocamos sobre otro fuego fuerte, y vertemos la mantequilla.
3. Cuando se haya derretido, le añadimos la harina, y mezclamos con la ayuda de unas varillas manuales.
4. Esperamos a que la harina pierda ese color blanquecino, y le agregamos poco a poco la leche sin parar de remover. Es posible que no necesitemos utilizar el litro entero de leche; también podemos reemplazar la leche por leche evaporada, caldo, o mitad y mitad.
5. Nos daremos cuenta cuando debemos dejar de echar leche, dependerá de si preferimos que salga
6. Agregamos la cantidad de leche que nos parezca a cada uno dependiendo de si preferimos obtener una bechamel más densa, o ligera, no dejamos de remover en ningún momento.
7. Seguidamente agregamos una pizca de nuez moscada, pimienta, sal, y mezclamos.
8. Dejamos unos 5 minutos a fuego lento, y listo.

Otro modo de elaboración:

1. Cogemos una olla, le echamos la leche, 1 o 2 hojas de laurel, unos granos de pimienta, unas rodajas de cebolla y la colocamos sobre un fuego fuerte.
2. En cuanto empiece a hervir lo retiramos del fuego y lo dejamos reposar unos 10 minutos.
3. Seguidamente colamos la leche.
4. Continuamos en el paso 2 de la elaboración anterior.

Trucos para conseguir la bechamel perfecta:

1. Es importante añadir la leche o el caldo templado o caliente.
2. Para evitar que salgan esos grumos imposibles de disolver tenemos que añadir el caldo o la leche poquito a poco. Removiendo de manera continua con la ayuda de unas varillas manuales.
3. Si queremos conseguir una bechamel más fina, cuando hayamos terminado la elaboración la pasamos por un colador.
4. Una vez hayamos finalizado las croquetas pasamos la masa a un molde y la metemos en el frigorífico, cuanto más fría esté, mejor. Lo preferible es hacer la masa de las croquetas de un día para otro.

¡Genial! ¡Hemos conseguido la bechamel perfecta para nuestras croquetas!