Dice un viejo refrán que las malas noticias nunca vienen solas, y Arcasa puede dar fe de ello. Tras ver rescindidos varios contratos de importantes servicios en los últimos meses, la empresa de catering ha presentado el concurso voluntario de acreedores, afectada por la delicada situación de su actividad y el alza de los precios. El juzgado designó la semana pasada a un administrador concursal para que evalúe la capacidad de solvencia de la empresa.

Según la información consultada por este medio, Arcasa se ha acogido a la nueva ley concursal y ha acudido al Juzgado de lo Mercantil de Barcelona para evitar una ejecución inminente por parte de alguno de los bancos, proveedores o acreedores. Y son varias las entidades financieras afectadas, toda vez que en junio del año pasado recibió el respaldo financiero de Cofides.

La compañía de servicios de restauración colectiva, con sede en Barcelona, y una plantilla superior a los 1.000 trabajadores, recibió un rescate de 8 millones de euros a través del fondo de recapitalización de empresas medianas gestionado por la sociedad pública. Un sostén financiero, dividido en un préstamo participativo de 4,8 millones de euros y otro ordinario de 3,2 millones, con el que Arcasa buscaba reforzar su solvencia y continuar con su estrategia de crecimiento e inversiones.

Cofides dio luz verde a la solicitud financiera contando con el asesoramiento de PKF Attest en el ámbito financiero y de Gómez Acebo & Pombo en el legal. En el momento de registrar su petición, el negocio de Arcasa presentaba signos de recuperación tras los estragos de la pandemia. Prueba de ello es que al cierre de 2021, último ejercicio con cuentas disponibles, acreditaba unas ventas de 58 millones de euros, por encima incluso de los 54,8 millones del 2019.

Aunque la empresa saldó el ejercicio con unas pérdidas de 3 millones de euros, la mejora con respecto al resultado de 2020 permitió reducir una deuda bancaria que ascendía a más de 8 millones de euros antes de recibir el salvavidas de Cofides. Como aspecto positivo, Arcasa logró un Ebitda positivo de 456.000 euros y diversificar su actividad territorial gracias a la firma de nuevos contratos.

No obstante, en este último año la compañía ha sido protagonista de titulares negativos. Primero, en marzo de 2022 perdió el contrato del servicio de catering del Hospital Vall d´Hebron de Barcelona, el mayor de Cataluña, tras hallarse la presencia de insectos en la comida de los empleados. De la misma forma, en abril de este año acordó con la dirección del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo dejar de servir sus cocinas tras perder pleitos con el Sergas, el Servicio Gallego de Salud, y el pasado junio fue apartado por el Colegio Italiano de Barcelona ante las denuncias de familias por la baja calidad de las comidas.