
Paradoja del empleo en hostelería: 100.000 vacantes en verano mientras España lidera el paro europeo
Los más de 2,7 millones de trabajadores afiliados y su contribución decisiva al PIB sirven para confirmar que el sector hospitality, que engloba la hostelería, el turismo y los eventos, es una pieza clave del engranaje económico de España. A pesar de contar con esta fortaleza, se trata de una industria que convive con una creciente fragilidad: la inestabilidad del mercado laboral.
A lo largo de los años, se ha convertido en uno de los más vulnerables a los cambios que se producen en el mercado laboral. La alta estacionalidad, los salarios poco competitivos y la falta de condiciones laborales atractivas para las nuevas generaciones han provocado una profunda crisis de talento que amenaza cada vez con más fuerza.
Es importante destacar que, mientras España continúa registrando una de las tasas de desempleo más altas de la Unión Europea, con un 10,9% en marzo, frente al 5,8% de media comunitaria, el sector de la hostelería se enfrenta a una paradoja realmente alarmante: más de 100.000 vacantes sin cubrir y un 50% de las vacantes necesarias para el verano que podrían quedar desiertas, según datos de la Asociación de Hostelería de España.
En palabras de Andreu Munné, Project Manager de Hostelería, Turismo y Eventos en Synergie: “El sector turístico vive un momento de tensión sin precedentes. Nos enfrentamos a un serio problema estructural, cuesta mucho atraer y, sobre todo, fidelizar talento en hostelería”.
Más de 100.000 vacantes en hostelería este verano en España
En este contexto, un informe reciente del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), confirma esta realidad, y destaca que los principales motivos por los que las vacantes siguen sin cubrirse son: la falta de perfiles acordes al mercado, la necesidad de mayor cualificación, las condiciones laborales poco atractivas, la escasa movilidad geográfica y la falta de relevo generacional.
«Los horarios, la estacionalidad, los salarios menos competitivos que en otros sectores y, en muchas ocasiones, la falta de planes de desarrollo profesional desincentiva la permanencia de perfiles clave como camareros, cocineros o personal de limpieza. Sin embargo, la dificultad de incorporar perfiles senior y especializados es mayor, puesto que generalmente están en activo y hay que buscarlos en otras empresas”, explica Munné.
Siguiendo un estudio de Turijobs, el 95% de los trabajadores del sector consideran que el salario no se corresponde con el esfuerzo requerido. El sueldo medio en hostelería es de 1.444 euros al mes, frente a los 2.442 euros del promedio nacional, lo que supone un 40,4% menos, según datos del INE.
Los motivos por los que no se cubren las vacantes en hostelería
Las nuevas tecnologías, la digitalización y las diferentes demandas de los clientes han provocado que el sector sea cada vez más demandante de más perfiles cualificados y especializados, como camareros con idiomas, cocineros con formación técnica o recepcionistas con experiencia digital, pero la oferta formativa no cubre estas exigencias.
Según el Observatorio de la Formación Profesional, el 42,9% de los trabajadores del sector no supera la educación obligatoria, frente al 32,3% de media en el resto de los sectores.
“Cuesta tanto o más encontrar un camarero especializado que un ingeniero informático. Si a esto le sumamos que su retribución suele ser menor que en muchos sectores, nos encontramos con un problema para atraer talento al sector, especialmente en zonas tensionadas y turísticas, como Barcelona, Madrid, Málaga o las Islas Baleares, donde el coste de la vivienda es elevado”, afirma Munné.
Cómo solucionar la problemática del empleo en España en hostelería
Cabe destacar que, e la vez que faltan trabajadores en las grandes ciudades, muchos municipios de la España vaciada ofrecen experiencias turísticas que no terminan de despegar por la falta de personal cualificado, infraestructuras y conectividad.
“En estas zonas hay potencial y voluntad de desarrollo turístico, pero no hay suficiente personal capacitado para ofrecer un servicio excelente. Además, la creciente demanda de turismo rural en los últimos años ha incrementado el coste para el cliente, que espera un trato personalizado y de alta calidad”, explica Munné.
“Esta expectativa, sin embargo, no siempre se cumple debido a la falta de personal especializado, lo que contribuye a frenar el crecimiento sostenible del sector”.
Aun así, algunas iniciativas intentan revertir esta tendencia con programas de formación y empleo para colectivos vulnerables, colaboración con escuelas de hostelería locales, y políticas de impulso al emprendimiento rural.
“Todo pasa por profesionalizar los oficios de la hostelería y tratarlos como cualquier otro sector, apostando por la conciliación, otorgando días festivos y ofreciendo perspectivas de crecimiento. Hay que trabajar desde la cercanía, el acompañamiento y la fidelización del talento para que cada trabajador sienta que pertenece a la compañía y tiene futuro en el sector” concluye Andreu Munné.