Pizza de pesto vegana
Ingredientes:
Cualquier excusa es buena para hacer una pizza, pero la excusa de hoy es genial. Es oficialmente primavera, y nuestra manera de celebrarlo es con una colorida pizza de pesto vegana coronada con hojas verdes frescas. Porque es la época en la que comenzamos a ver los brotes de nuevas plantas y flores. La oscuridad y el frío, necesarios, dan paso a la vida en todas sus formas.
Puede que, como la naturaleza, estés lleno de energía. Puede que, como muchas personas al llegar esta época, sientas una profunda tristeza o cansancio (¿astenia primaveral alguien por la sala?). Sea como fuere, los ingredientes de esta pizza de pesto vegana tienen el potencial de hacerte sonreír. La aromática albahaca, los frutos secos que te aportan energía y grasas saludables, la rúcula (o canónigos, brotes de espinacas…) repleta de clorofila, tomatitos que explotan en la boca, nuestro cremoso queso feta vegano… Simplemente cierra los ojos cuando le des un bocado, y seguidamente emite un profundo “¡mmmmm!”.
La primavera es el momento perfecto para introducir en nuestra alimentación una gran cantidad de vegetales crudos. Puedes consumirlos en forma de cremas, sopas o gazpachos, en forma de ensalada, como crudités para acompañar hummus o patés vegetales. También en zumos, batidos o smoothies de fruta, donde puedes incorporar espinacas, kale, apio, pepino…
Cómo hacer pizza de pesto vegana:
Para hacer la salsa pesto hemos seguido la receta que encontraréis junto a las palmeritas saladas de hojaldre, usando nueces en lugar de piñones. La base de pizza es comprada, pero si tenéis tiempo podéis hacer masa de pizza casera.
El queso de anacardos de la pizza vegana es más fácil y rápido que el feta y funciona igual de bien. Si no os apetece hacer vuestro propio “keso”, ¡compradlo! Actualmente es fácil encontrar quesos veganos en herbolarios o supermercados ecológicos.
- Precalentamos el horno a 200-220°C, con ambas resistencias.
- Colocamos la masa sobre una superficie lisa y la extendemos ligeramente con un rodillo.
- Extendemos sobre la base una capa generosa de salsa pesto.
- Cortamos el calabacín en rodajas finas. Cortamos en 2 una parte de los tomatitos. Repartimos ambos ingredientes sobre la pizza. Espolvoreamos un poco de sal y pimienta, y regamos con un hilo de aceite de oliva virgen extra.
- Horneamos según indique el fabricante de la masa. En este caso, 15 minutos.
- Cuando esté lista, la sacamos del horno. Rompemos con las manos un puñado generoso de rúcula. Partimos el resto de tomatitos, desmigamos el feta con las manos. Lo echamos todo sobre la pizza, junto a unas olivas negras, un poco más de sal, pimienta y AOVE.
Servir inmediatamente para disfrutar al máximo de todos los contrastes de esta “pizzalada” pesto. Y si esta salsa no es de vuestras favoritas, probad esta pizza con el pesto rojo de tomates secos de los espaguetis de calabacín. ¡Una delicia!
Si haces pesto de más puedes usarlo en recetas tan ricas como los canelones de setas, usando el parmesano vegano para gratinar. También puedes congelarlo para recetas futuras, o hacer como nosotros y comértelo en una tostada. A veces, menos es más.
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