Pan de ajo casero
Por: Julia Gaitán
Ingredientes:
Disfrutar de una rica comida italiana en casa es mejor cuando viene acompañada por un delicioso y crujiente pan de ajo casero, ¿a que sí? Ese olor a pan recién horneado mezclado con el aroma del ajo, la mantequilla, las hierbas y el queso hace que salivemos con solo pensarlo.
Vamos a preparar esta sencilla receta de pan con ajo, haciéndola aún más fácil y rápida. Sírvelo cuando hagas una deliciosa boloñesa, una pasta con marisco y alcachofa, unos espaguetis negros con salsa de marisco, un risotto negro, o un tradicional risotto a la parmesana.
Cómo hacer pan de ajo casero:
- Antes de nada, debemos haber comprado o hecho en casa una baguette casera.
- Posteriormente, cogemos el pan y le hacemos cortes parciales, sin llegar a cortar hasta el final, en rebanadas no muy gruesas de unos 2 centímetros de ancho. De una baguette saldrán unas 20 unidades o rebanadas, quizás menos.
- A continuación, introducimos en un bol la mantequilla a temperatura ambiente, añadimos el cebollino picado, el perejil, el orégano y una cucharada de sal de ajo.
- En este punto de la receta agregamos el parmesano rallado en caso de querer hacer el pan de ajo con queso. Lo mezclamos todo bien con una cuchara hasta obtener una mezcla cremosa y homogénea. Reservamos.
- Cortamos la mozzarella en rodajas finas, la mitad que de cortes le hayamos hecho al pan. A continuación, las dividimos en dos, con forma de medias lunas.
- Cogemos la mezcla de la mantequilla preparada anteriormente y vamos rellenando los surcos de la barra de pan. Una vez hayamos terminado de impregnar bien los cortes del pan, pasamos a introducir las medias lunas de mozzarella.
- Envolvemos la baguette en papel de aluminio y la dejamos sobre una bandeja de horno. Horneamos, con el horno previamente precalentado a 180º, entre 20 / 25 minutos.
- Sacamos del horno, desenvolvemos con guantes de horno y espolvoreamos con un poco de sal en escamas y un chorreón de aceite de oliva.
- Terminamos la receta de pan de ajo casero, cortando las rebanadas individuales.
Consejos y variaciones:
- Antes de ponernos manos a la obra con esta receta debemos haber sacado previamente la mantequilla de la nevera para que tenga una temperatura ambiente y sea más fácil de trabajar. Es importante usar mantequilla sin sal para controlar bien la cantidad de sal que vayamos a emplear en esta receta.
- Además, en vez de usar sal de ajo podemos emplear ajos crudos, o ajos cocinados y caramelizados. Tenemos dos formas diferentes de caramelizarlos: podemos usar una sartén con un poco de mantequilla y cocinar los ajos hasta que adquieran una textura suave por dentro y un de color tostado por fuera. O bien, al horno. En este caso, cortamos la parte más puntiaguda de la cabeza de ajo, echamos un chorrito de aceite, envolvemos en papel de aluminio y al horno a 175º (más o menos), durante unos 25/35 minutos. A pesar de esto, la manera tradicional de hacer esta receta es sin sal de ajo, rallando ajo natural en su lugar.
- Podemos emplear hierbas secas envasadas, así como: perejil, cebollino y orégano. O se podrían sustituir o complementar con otras de nuestro gusto: romero, tomillo, salvia, pimentón, etc…
- La receta original no lleva queso, pero esta variante nos vuelve locos.
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