
Raúl Pérez, la auténtica leyenda berciana del vino
Raúl Pérez, originario de Valtuille en la zona baja del Bierzo, ha sido reconocido como el Mejor Enólogo del Mundo en 2014 y 2016, destacándose por su habilidad para crear vinos con personalidad tanto en España como en el extranjero. Su estilo de trabajo, que él describe como «sencilla complejidad», le valió el Premio al Mejor Enólogo del Mundo 2015 en Shanghái, superando a otros 80 destacados elaboradores de vino.
Raúl inicialmente estudió medicina, pero regresó a sus raíces viticultoras. Comenzó a trabajar con tan solo 19 años, y su camino ha sido largo y llena de dificultades hasta llegar a convertirse en un hombre influyente, en especial uno de los mejores enólogos en el ámbito nacional e internacional.
Su trayectoria ha estado llena de reconocimientos, cada uno de los cuajes le granjea el título no escrito de genio del vino. Pérez ha logrado que más de 200 de sus vinos aparezcan en la lista de The Wine Advocate del crítico Robert Parker. En Bodegas Margón, donde elabora vinos, cada botella de Prieto Picudo refleja su impronta única. Las diferentes parcelas, con sus variadas orientaciones, microclimas y suelos particulares, permiten a este precursor innovar procesos de vinificación exclusivos, resultando en vinos de una calidad y personalidad excepcionales.
Además de gestionar la bodega Familiar Castro Ventosa, tiene varios proyectos en Portugal, Sudáfrica León y Ribeira Sacra. Por medio mundo. Siempre prefirió no hacer vinos uniformes, destacar la diversidad de Galicia donde cada 20 metros se puede crear un vino nuevo gracias a las variadas condiciones climáticas y suelo de la región. Valora mucho el cariño recibido, interpretados como un reflejo del auge internacional de la región donde trabaja. Nunca lo considera como un logro personal, sino del puñado de locos del vino en general.
Sobre su enfoque enológico, explica que su método de trabajo es fruto de una sencilla complejidad y un profundo respeto por el terreno, evitando intervenciones fuertes, ya que prefiere permitir que las uvas y la levadura se expresen libremente, y así el resultado pueda reflejar su origen. Este enfoque libre y respetuoso, ha sido la clave de su éxito en el este mercado tan amplio como es el mundo del vino.
Entrevistar a este enólogo brillante puede convertirse en un gran desafío, su sinceridad siempre lo compensa. Revolucionario, transforma bodegas, ha dedicado casi dos décadas a elevar los vinos gallegos al estrellato, con su toque de humor gallego comenta “ya no es lo que era”. Pero sus proyectos siguen fascinando a los sumilleres más exigentes del mercado nacional. ¡Salud por Raúl Pérez, ese raro y genial mago inspirador!