La cuna de La Nieta, un vino legendario
En el corazón de La Rioja, a la sombra de la majestuosa Sierra Cantabria, se alza una historia que ha perdurado a lo largo de cinco grandes generaciones, tejida con mucha pasión, dedicación y profundo respeto por la tierra. Desde el año 1870, la familia Eguren ha transformado la tradición vitivinícola en “arte”, creando así vinos que capturan la esencia del terruño. Esta gran aventura que empezó hace más de 150 años, hoy es un legado que continúa evolucionando a pasos agigantados, con la unión de la sabiduría ancestral con los avances tecnológicos más modernos de hoy en día.
La saga de esta gran familia Eguren en el mundo del vino se remonta a finales del Siglo XIX, en la pequeña localidad de San Vicente de Sonsierra. En estas tierras fértiles tierras riojanas el patriarca y bisabuelo de la familia plantó sus primeras parras, con la esperanza de producir vinos especiales que reflejaran el carácter de la región. Era una época donde la viticultura era más un acto de fe que de ciencia. Este pionero no solo cultivaba uvas, sino que también sembraba sin imaginar que dejaba las semillas de una tradición que sus descendientes llevarían con mucho orgullo.
Con cada generación se ha producido la transición de conocimientos de padres a hijos, no como mera transferencia de información, sino una verdadera formación en el arte de la viticultura, donde destaca la observación, la experiencia, y sobre todo el amor por la tierra, todo más importante que cualquier técnica moderna.
La Nieta no solo es un vino, es una gran obra maestra
La filosofía de los Eguren siempre ha sido y será la de armonizar lo tradicional con lo moderno, pues entendieron la importancia de adaptarse a los tiempos. Este enfoque les ha permitido no solo preservar la esencia de sus vinos, sino también elevarlos a lo más alto del pódium, y del reconocimiento internacional. Un claro ejemplo entre esta unión, es la Bodega de Páganos, donde se elabora uno de los vinos más emblemáticos de esta gran familia llamada “La Nieta”. Un vino insignia de la familia, verdadera joya enológica.
La Nieta proviene de un viñedo singular de menos de dos hectáreas. El vino es elaborado exclusivamente con la variedad Tempranillo, y desde su primera añada en 2004 ha sido reconocido por su intenso color cereza y su elegancia en boca. Aquello marcó el inicio de un vino que rápidamente se consolidó como uno de los iconos de calidad en La Rioja. Este ejemplar es el resultado de un meticuloso cuidado del viñedo y una elaboración extremadamente cuidadosa. Las uvas son seleccionadas manualmente y fermentan en pequeñas tinas de roble francés. De producción limitada, es valorado por su elegancia y profundidad. Hoy tiene legión de partidarios por su fina longitud. Verdadero éxito avasallador de crítica y público.
Por encima de todo, Bodegas Viñedos de Páganos es un santuario del vino, un verdadero testimonio de dedicación de la Familia Eguren. En sus vinos como La Nieta, se siente el pulso de la tierra, el susurro de los vientos que atraviesan los viñedos, y la pasión de generaciones que han hecho de su vino su legado. Y no señores, La Nieta no solo es un vino, es una gran obra maestra, es ¡patrimonio nacional!.