Salamanca del disfrute
La capital helmántica es destino universitario. Esa ciudad que atrae por su historia de saberes, las cátedras de Fray Luis de León, la Vida de Torres Villaroel o la propia Carmen Martín Gaite, es también lugar de sabores. Aunque no sea uno de los destinos de mayor renombre para la gastronomía, atesora suficientes lugares singulares para una buena escapada. Estos son los nuestros.
El Mesón de Gonzalo
Es sin duda el lugar de referencia para salmantinos y toda esa legión de amigos que tiene por todo el mundo Gonzalo Sendín. Reinventado desde 1947, hoy va por la tercera generación, siendo un lugar de puro clasicismo en su manejo de la buena carne y
delicias náuticas, junto a unos toques de actualidad convincentes. La sala es una de las mejores de España, y los fuera de carta tienen numerosa parroquia. Infalible.
Restaurante Rio de La Plata
Otro restaurante fundamental en esta ciudad desde 1958. Auténtica casa de comidas, que ha sido lugar de reunión de toreros, cineastas y demás personalidades. Un negocio familiar de cocina tradicional donde destaca una institución que es Pauli. Su panaché de verduras, sus patatas fritas y la manzana al horno, no por menos clásicas, dejan de ser propuestas maravillosas que nunca deberían perderse. Sabor, sabor.
Restaurante en La Parra
Estrellado en 2021, es otro de los restaurantes imprescindibles para entender Salamanca. Está afincado en pleno casco histórico frente a la iglesia de San Esteban, y en su elegante y recoleto restaurante pueden elegirse dos menús degustación cerrados. Su
cocinera Rocío Parra domina el producto de la tierra, y le acompaña un muy avezado y personal sumiller jefe de sala. Para sorprenderse.
Restaurante Pucela
De toda la vida. Donde se hace realidad la cocina de mercado y la selección de gran producto. Son imprescindibles la ensalada de bogavante y los pescados, como el lenguado negro o el rapito asado. Aunque debemos anotar un buen tataki de atún rojo,
gustoso foie micuit, y el icónico pulpo a la brasa con patata y pimentón. El local un tanto antiguo se encuentra junto al Puente Romano y el Rio Tormes. En su bodega no falta las referencias clásicas.
Restaurante Víctor Gutiérrez
El restaurante del cocinero peruano lleva años concitando el interés y el respeto de crítica y público. Desde 2004 luce la Michelín en su fachada, la que reconoce su visión fusionada de nuestra cocina con la de Perú. En definitiva, como declara y gracias al trabajo del producto de la zona, en sus menús hay “alma española, corazón peruano y matices del mundo”. Para gourmets.
Casa Paca
Sin duda alguna referencia obligada para entender Salamanca. Aunque se abrió en 1999, parece llevar toda la vida en la calle San Pablo. Barra de postín para los amantes de la bulla, tiene además numerosas mesas en rincones distintos, y todos encantadores por decoración y sabor. A anotar el plato de tajadas, la paletilla de cabrito o la merluza rellena de angulas con salsa de crema de marisco. Desde luego hablar con Germán abre apetitos y ganas de no salir de allí.
Restaurante Ment by Oscar Calleja
Oscar Calleja es uno de los cocineros mas interesante que llevan desarrollándose en nuestra geografía culinaria nacional, su singular interpretación de la cocina mexicana junta a la cántabra ya le valió dos Estrellas Michelín en Annua. Ahora en Salamanca
también tiene macarrón con una inteligente y serena recreación de la buena despensa de la tierra salmantina. Una gozada.
ConSentido
En esta casa oficia un buen parrillero como es Carlos Hernández del Río, un auténtico mediático que todavía no ha calado hondo en su tierra. Su filosofía de modernización de la cocina tradicional castellana necesita tal vez cierto reposo. La bodega es de lo más
interesante de la ciudad. Este cocinero llamado a ser grande merece visita, siendo el más vanguardista de la capital salmantina.
Restaurante Orígen
El cerdo en todo su esplendor. En este restaurante la línea argumental es el ibérico, y en concreto el de Arturo Sánchez. La oferta descansa en las raíces del territorio, con un estupendo tapeo en barra, bonito comedor y patio interior a los que se une una buena
terraza. Puntúa mucho la profunda selección de vinos y el gran sumiller Alberto Villalobos.
Restaurante Valencia
El sitio de los taurinos del campo charro. Es un clásico imprescindible no solo para toreros y ganaderos sino para los que aman los estofados, el capón en pepitoria, la perdiz y los vinos de la tierra. Tiene tapas que aunque parecen no llevarse en la actualidad, siguen encantando a sus incondicionales. Asados y pescados frescos en barra o en su agradable terraza. Con mucha vida.
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