Para qué salir de España si tenemos al paraíso Mallorca

Están situadas en la vertiente sur del monte de Sant Miquel, en la Sierra de Tramuntana, al norte de Mallorca. Estas cuevas destacan por la finura y riqueza de sus depósitos calcáreos en forma de estalactitas y estalagmitas. Desde las rocas, podemos pasar al *Mercat Setmanal Santanyí* (Plaça Major, 26, 24, 07650 Santanyí). El Mercado de la localidad de Santanyí se celebra todos los miércoles y sábados de 9:00 a 14:00h en el centro de la localidad. En este centro histórico hay puestos encantadores con grandes quesos y embutidos como principal reclamo.

Dicen que Soller esta considerado uno de los pueblos más bonitos de España.

Su nombre procede del árabe *“sular”*, que significa cuenco dorado y que alude al valle de naranjos que rodea a la localidad. Estrechas calles con arquitectura autóctona y bellos palacetes modernistas.ç

Además, son muy recomendables los Jardines de Alfabia (Carretera Palma-Sóller, km 17, 07110), pues al precioso conjunto natural y de jardines evocadores, se une una casona de poderoso de valor histórico. Para pasear y soñar.

Dicen que aquí se puede disfrutar el mejor desayuno del mundo, o al menos eso piensan los de Madrid Fusion. No hay carta, no hay bufet, y por espacio de tres horas en una terraza impresionantes, se suceden bocados dulces y salados que culminan con el chupito de tomate encebollado con huevo de codorniz. De lujo.

En esta casa familiar situada en una finca característica mallorquina se puede comer clásico pero con acento actual: Arroz en cuchara, de ciervo y hongos. Albóndigas de pollo campero, con sepia y gambas. Calamar braseado, con tosta de papada. De mojarse los bigotes.

El restaurante familiar Sa Sini está ubicado en la Plaza Hostals 20 de Santa María del Camí, especializado en pizzas, cocina mallorquina y mediterránea. Otra casa de bonito enclave y con ese aire de confort gastronómico que tanto relaja en estos días, donde se trabaja bien el producto del mar. Los puntos y cocciones son ideales para todo tipo de público y edades. Buena carta de vinos.

Dicen los titulares de este bonito y muy tradicional restaurante de comida mallorquina que “Miceli es un restaurante pensado para transmitir y compartir el amor y el respeto que sentimos por la cocina. La de toda la vida. La sencilla. La bien hecha. La que nace de los productos frescos que cada mañana vamos a comprar al mercado”. Y a fé que es una de las casas más auténticas para disfrutar de la cocina insular.

Otro de los destinos infalibles a la hora de elegir los platos icónicos de Mallorca, como el tumbet, las sopas, el frito, la lechona al horno, y muchas delicias a la brasa. Bonito jardín y lugar de muy buen servicio.

Según los mallorquines se trata de uno de sitios de mayor caché de la isla. Magnífica cocina marinera, destacando el marisco, pescado y arroces. También tiene creatividad y cuentan que su caldereta langosta o sus gambas con pochas son para chuparse los dedos.

Sin duda la cocinera de mayor talento de la zona. Ella misma define su cocina como “mallorquina libre”. Maneja el kilómetro 0 como nadie, a lo que aporta mucha originalidad, Destino para gourmets y seguidores de la Michelin.