LaFinca Grand Café se hace esperar. De acuerdo con los planes iniciales, la nueva meca gastronómica debería haber abierto sus puertas con la llegada de la primavera. Sin embargo, los habituales inconvenientes surgidos durante las obras de construcción, sumados a las peculiaridades técnicas en los diseños de cada restaurante, han obligado a sus promotores a retrasar la fecha de inauguración.

Según la información que ha podido recabar Sivarious, los nuevos plazos de apertura del centro comercial están contemplados para finales de septiembre, entre finales de verano y principios de otoño. Situación que rompe de lleno los planes y previsiones de los inquilinos que operarán los espacios de La Finca Grand Café, entre ellos 14 restaurantes con una propuesta innovadora y premium.

Varios responsables de algunos de los proyectos gastronómicos que integrarán la oferta tan selectiva de LaFinca comentan que, de primeras, esta alteración de plazos les obliga a descartar la opción de estrenarse en verano. «Abriendo en primavera llegábamos perfectamente rodados a la temporada alta», lamentan las fuentes consultadas sobre la idea de aprovechar el tirón del turismo veraniego de cara a comenzar con buen pie.

Los operadores gastronómicos lamentan la opción de perderse la temporada de verano

Otro de los inconvenientes surge a nivel operativo. Teniendo en cuenta el escenario laboral actual que afecta al sector, los grupos de restauración requieren más tiempo para formar equipos y llevar los procesos de selección a buen término. De ahí que muchos inquilinos tengan comprometida desde hace meses la incorporación de nuevo personal que, con esta dilatación, se encuentra en compás de espera. En el caso de aquellos perfiles más cualificados y difíciles de captar, algunos operadores ya han acordado su traslado a otros establecimientos durante la temporada alta.

En tercer lugar, las opiniones pulsadas por este periódico hacen referencia al contexto económico. Pese a la histórica que vive la gastronomía a nivel nacional, los temores a una contracción del consumo, más por los tambores de una recesión galopante que por una inflación a la que, en teoría, deberían ser impermeables los proyectos de LaFinca. Al fin y al cabo, después del exigente proceso de adjudicación por el que han tenido que pasar los restaurantes, así como las importantes inversiones requeridas, todos cuentan con un detallado plan de negocio con el que esperan cumplir. Con todo, la expectativas con respecto al proyecto se mantienen por todo lo alto.

Así, aunque restan semanas para su inauguración, ya se conoce a gran parte del vecindario gastronómico de LaFinca Grand Café. Albergará locales punteros como Lobito de Mar, de Dani Garía; Finca Bandida, del Grupo Cala Bandida y la familia Ovejero; o Tottori e Indochina 18.87, del grupo China Crown. También estarán presentes Lew Brand y el Grupo Kapital con un local de 1.400 metros cuadrados con dos terrazas de más de 600 metros, lo nuevo de Pimiento Verde, Delicia Gourmet Group o Lavinia.

A nivel gastronómico, la Finca basa su idea de negocio en aunar una propuesta en la que los restaurantes se complementen unos con otros. Razón por la que se han llevado a cabo trabajos de auditoría a fin de selecccionar los proyectos con mejor encaje.