Grupo Sagardi recibe un préstamo de 4,3 millones para protegerse de las secuelas pandémicas
Ante el Covid no hubo plan de contingencia que valiese. En 2020, antes de que la pandemia frenerá el motor económico global, el Grupo Sagardi había puesto en marcha un proceso de digitalización que contemplaba tres escenarios adversos en el caso de cerrar alguno de la treintena de restaurantes que tiene repartidos por medio mundo. Pero la realidad fue más dura y, a los pocos días de decretarse el estado de alarma, todos los negocios habían bajado la persiana.
Pese a los esfuerzos de Iñaki y Mikel López de Viñaspre por capear la incertidumbre, no pudieron evitar que se viera afectada parte de la plantilla, compuesta entonces por más de 1.000 empleados, así como la relación con los proveedores y los propietarios de los locales. De la misma forma, el hecho de que la actividad del grupo de restauración permaneciera cerrada tres cuartas partes del año 2020 llevaron a una caída del 80% en la facturación, mientras que en 2021 fue del 40% por las restricciones sanitarias.
Frente a la realidad de estos números, Sagardi ha tratado de reducir sus gastos al tiempo que recuperaba el fuelle de su actividad. Esto le permitió cerrar 2022 con un aumento del 77,4% en sus ingresos, que llegaron hasta los 35,2 millones de euros, según el último informe de cuentas de la compañía.
Se trata de una cifra de negocio superior a los datos prepandémicos del 2019, cuando alcanzó los 32,3 millones de euros. «Desde este punto de vista, la pandemia se ha superado en el sector de la restauracióny la demanda está tirando confuerza», indica el grupo Sagardi en su informe de gestión. Esta recuperación del consumo hizo que el resultado bruto de explotación (Ebitda) se situara en 2,3 millones de euros, alejándose de las cifras negativas cosechadas en lo más duro de la pandemia y acercándose a las de 2019.
La cuenta de resultados del grupo arrojó unos beneficios de 948.668 euros el año pasado
Con 20 sociedades integradas en el grupo y 32 restaurantes entre España, Portugal, México, Londres y Buenos Aires, la cuenta de resultados del grupo arrojó unos beneficios de 948.668 euros el año pasado, el doble que antes del covid. «Durante el ejercicio se ha notado el efecto de la inflación en la mayoría de partidas de coste pero se ha podido repercutir en los precios de venta, manteniéndose márgenes», consta en la información del Registro Mercantil.
Sagardi reconoce que en el contexto inflacionista actual ha llevado a cabo una gestión prudente de liquidez, fundada en el mantenimiento de suficiente efectivo, la disponibilidad de financiación adecuada con las entidades financieras y plazos adecuados de amortización de la deuda comprometid. De esta forma, la caja del grupo triplicó su capacidad, hasta situarse en los 7 milllones de euros, mientras que la deuda financiera se redujo un 16,%, hasta los 11,9 millones.
No obstante, durante 2022 Grupo Sagardi formalizó un contrato de préstamo con el fondo de recapitalización de pymes de Cofides, gestionado por el Ministerio de Industria. Esta solicitud de apoyo público se ha concretado en un crédito de 4,3 millones de euros, articulado en dos tramos: una primera parte de 2,58 millones de euros con fecha de vencimiento a finales de 2028, y una segunda por 1,7 millones.
Si bien el objetivo de este préstamo es dejar atrás las consecuencias del Covid, el grupo evoluciona de forma muy favorable y ha retomado la senda del crecimiento mediante la reinversión en los proyectos actuales y en nuevos proyectos. «La situación de la compañía en su mercado es sólido y no se aprecian amenazas importantes», afirman.