Grupo Arzábal retiene el restaurante y la terraza de Sabatini en el Museo Reina Sofía
Continuismo al frente de la gastronomía del Museo Reina Sofía. El grupo Arzábal se ha alzado como claro ganador del concurso para retener la concesión del restaurante y la terraza del edificio Sabatini, proceso que había suscitado el interés de seis nombres vinculados al mundo de la restauración, incluidas empresas de colectividades.
Según la documentación consultada, la sociedad Assamblage ha obtenido la mejor calificación al sumar 88,75 puntos. La oferta armada por Álvaro Castellanos e Iván Morales en favor de la continuidad del Jardín de Arzábal se ha impuesto por más de seis puntos a la de Albi. La empresa especializada en alimentación para colegios, y los dueños del restaurante Las viandas selección, de Majadahonda, ha sido segunda.
Desde el principio Arzábal tenía muy claro el enfoque de su propuesta. Tal y como ha venido informado este medio, su intención es acometer una ambiciosa reforma con vistas a que el interior sea igual de atractivo que el exterior y potenciar la parte de eventos. Más allá del expertise gestionando el espacio desde 2015, cuando tomaron el relevo a Santi Carbones, contaban a su favor con el hecho de la fuerte inversión realizada en su día, por la que tendrían que haber sido compensados en el caso de no renovar. Además de transferir una plantilla que ronda actualmente los cuarenta trabajadores.
A nivel económico, Arzábal cumplía con las exigencias económicas al haber declarado unos ingresos 13,9 millones como grupo en 2022. Todo ello, habría servido como efecto disuasorio a la concurrencia de otros operadores en el procesos. De hecho, una de las que mostró su interés en el espacio, El Kiosko, se vio apeado del proceso después de que la mesa de contratación determinara que su propuesta no cumplía con las condiciones de solvencia económica ni técnica. Sí siguieron adelante Aramark y Serunión, dos referentes de la restauración colectiva.
Tras la adudicación, Arzábal contará con nueve meses desde la concesión del servicio para la realización de las tareas de reacondicionamiento. Estas tendrán la duración máxima de dos meses y durante este periodo no se aplicará el canon fijo establecido en el contrato. «El nivel de calidad del servicio ha de estar, en todo momento, en consonancia con la imagen del Museo», indican los pliegos consultados.