El 86% de los hoteleros considera los costes energéticos su principal desafío
El sector hotelero español se muestra muy optimista con la notable recuperación del turismo tras las repercusiones que tuvo la pandemia. España ha cerrado un verano de éxito con la llegada en el mes de agosto de más de 10 millones de turistas internacionales, lo que supone una subida del 13,9% respecto al agosto de 2022, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). A pesar de las cifras positivas alcanzadas, los hoteleros siguen teniendo un gran enemigo al que enfrentarse día a día: los altos costes energéticos.
El clima positivo que se respira en el sector después de dejar atrás las adversidades sufridas durante los últimos años queda reflejado en la opinión de los propios hoteleros. Según el ‘II Barómetro del Alojamiento en España‘, elaborado por Booking.com en colaboración con Statista, el 68% de los hoteleros españoles evaluó el estado actual de su negocio como muy bueno, superando ligeramente el 61% reportado por los hoteleros europeos.
Sin embargo, después de superar los diferentes desafíos que impusieron las restricciones del coronavirus, al sector hotelero le llegó el reto de hacer frente a la subida generalizada de los precios. Según el estudio mencionado, este año hay un 86% de hoteleros que ve los costes energéticos como un reto clave. Esta cantidad supone una mayor proporción en comparación con el 80% del año anterior. Los proveedores de alojamiento se mostraron igualmente preocupados por las incertidumbres geopolíticas en las encuestas de ambos años, y ligeramente más preocupados por las cuestiones relacionadas con el personal en 2023.
A las elevadas facturas de los servicios públicos, además se le suman las incertidumbres geopolíticas actuales.
En el desglose de las preocupaciones de los profesionales del sector, el segundo puesto lo ocupa la situación económica general con el 47% de los encuestados, el 46% califica los costes laborales, seguido de la retención de talento con un 44%.
En este sentido, es cierto que la inflación energética ha bajado considerablemente desde el asombroso 41,1% que alcanzó en junio de 2022. Pero, a pesar del descenso que ha sufrido la inflación gradualmente, el alto coste que supone para el bolsillo sigue manteniéndose como una de las grandes preocupaciones de los empresarios del sector.
El problema viene dado por el elevado precio que ha resultado de la subida de los precios. Esto se debe a que ahora, los precios son tan altos que, aunque dejen de crecer, suponen un problema. Un desafío no solo para los hoteleros, sino también para los turistas, ya que se pueden ver afectados.