Los hosteleros pierden el miedo a la digitalización. Conscientes del impulso que supone para el negocio, ya sea al optimizar la adaptación a las fluctuaciones de la demanda o mejorar la experiencia del cliente, los profesionales del sector se declaran capaces para adaptarse a las nuevas tecnologías. En todo caso, las barreras se encuentran relacionadas con temas económicos, tal y como ponen de manifiesto los resultados del estudio ‘Las claves de la digitalización en hostelería’, elaborado por EY para ConectadHos, plataforma de la que forma parte Hostelería de España junto a tres empresas claves en el sector: CocaCola, Mahou San Miguel y Makro.

Con el objetivo de conocer en profundidad los avances en un terreno clave como es la digitalización, la encuestra plantea los retos y oportunidades que enfrenta el sector. Así, la falta de presupuesto y la preferencia por herramientas más tradicionales se revela como el principal freno para la mayoría de los encuestados que considera que tiene un nivel bajo de digitalización.

En concreto, el 36% señala al aspecto económico como causa de esta situación, mientras que el 20% considera que dar el paso supone perder contacto personal. No obstante, dos de cada diez aluden a la falta de tiempo para modernizar su operativa y un 10% a la insuficiencia de personal o cualificación. Esta última causa aparece
más mencionada en las zonas urbanas, lo que puede indicar una necesidad incipiente de formar y cualificar al personal en la hostelería sobre el uso y aplicación
de nuevas tecnologías.

Las principales motivaciones son la publicidad y una mejora de márgenes

Si bien los vértigos digitales son los mismos que en 2021, cuando se llevó a cabo la primera encuesta, las motivaciones actuales son bien distintas. La posibilidad de publicidad y promoción online pasa a ser el primer factor motivador para el 43% de los hosteleros, seguido de la mejora de márgenes (39%), el aumento de facturación (36%) y reducción de costes operativos (35%). Son motivaciones compartidas por todo el sector, pero no en este mismo orden para cada tipo de negocio, ya que la restauración se inclina más por la publicidad y los hoteles por mayores ventas.

Respecto a las iniciativas que podrían ayudar a impulsar el crecimiento digital, un tercio de los encuestados señala a la personalización de soluciones ofrecidas, mientras que la mitad hace referencia a una mayor formación en las necesidades y tendencias del sector. Por tanto, hay una clara orientación hacia la adaptación
tecnológica y la capacitación continua como estrategias clave para enfrentar los retos empresariales.

En general, el diagnóstico del sector ha mejorado. En comparación con 2021, la madurez en la digitalización de los hosteleros ha incrementado significativamente, concentrándose ahora en un desarrollo digital de nivel medio-alto. Así, el 76% de los hosteleros encuestados reconoce estar algo digitalizado (5-10), además, más del 37% considera que su negocio ha alcanzado un nivel alto de digitalización.

Para Guillermo Arrieta, Subdirector General de Transformación de Mahou San Miguel, “el hecho de que el 76% de los hosteleros encuestados asegure tener hoy un nivel avanzado de digitalización, unos datos casi cuatro veces mejores que los de 2021, es una gran noticia, que confirma el impacto de lo aportado estos años y nos da aliento para seguir impulsando una transformación que generará valor y garantizará un futuro potente para los negocios del sector”.

Con todo, los hosteleros aún están a medio camino en su transformación digital. En parte por el hecho de que el 18% de los negocios se autoevalúan en niveles bajos (0-3), indicando etapas iniciales o desafíos en adopción tecnológica. Por negocios, alojamiento y restaurantes lideran la digitalización en el sector, con un grado alto del 44% y 55% respectivamente. En el otro lado de la balanza, ocio, bares y cafeterías presentan niveles más bajos

En conclusión, el 86% de los encuestados considera que la digitalización es importante para afrontar los desafíos actuales de sus negocios. «Hay una tendencia hacia una mayor proactividad en la adopción de tecnologías digitales, con menos personas quedándose en la inacción a pesar de reconocer los beneficios», apunta el informe.