Las cadenas se aferran a la expansión para esquivar cualquier frenazo en el consumo
El efecto erosivo de la inflación ya pesa en exceso al bolsillo de los consumidores. Esto es algo que preocupa, y mucho, a un sector tan competitivo como el foodservice. Especialmente entre una restauración que, tras haber capeado el temporal económico, asume que a partir de ahora no vendrá tanto viento de cola. Se puede concluir que el optimismo del 2023, en el que el conjunto de la organizada ha firmado uno de sus mejores ejercicios, ha dado paso a una gran cautela para este 2024.
Las perspectivas de los directivos de restauración hacen pensar en un año marcado por la incertidumbre, nuevamente. Resulta especialmente revelador que sólo uno de cada cuatro responsables prevea una coyuntura sectorial buena, mientras que la mitad se acoge a una regular, tal y como se recoge en el Observatorio 2023 de la Restauración de Marca, elaborado por Marcas de Restauración, Circana y KPMG en España.
Aunque prudente, se trata de una visión ligeramente más halagüeña a la del año pasado. En esta ocasión, estaría condicionada principalmente por una potencial disminución del tráfico que vaticina un 55% de los encuestados. En cambio, uno de cada tres espera que se mantengan los niveles actuales. Durante 2023 las visitas crecieron un 3,5%, si bien se mantenían todavía por debajo de prepandemia.
El crecimiento del sector ha estado apalanccado en un mayor gasto por comensal
También existe cierta división respecto a la evolución del ticket, donde uno de cada tres directivos aboga porque aumentará en todos los , mientras que un 42% apuesta por una disminución. Cabe tener presente que el crecimiento de la restauración de marca, que superó los 10.000 millones de ventas el año pasado, estuvo apalancado en un mayor gasto por comensal. En concreto, este último incrementó un 14,3% respecto a 2022.
Con todo, el dinamismo de la demanda actual, unido al efecto de la subida de precios, predisponen a las marcas a esperar un incremento relevante de la cifra de negocio. En este sentido, cinco de cada diez grupos prevén cerrar el ejercicio con un crecimiento de doble dígito en sus ventas. A su vez, esta evolución irá acompasada de una política de expansión ambiciosa, ya que el 91% de las cadenas confía en realizar aperturas. De hecho, es el área en el que pretenden realizar más inversiones, y prácticamente la mitad estima hacerlo a un ritmo mayor que en 2023.
Por todo lo anterior, el 82% de las marcas planea aumentar su plantilla, si bien el escenario está condicionado a diversos retos. El que más preocupa es la subida de costes y, sobre todo, la dificultad de trasladarlos sin perjudicar las ventas ni los márgenes. Al mismo nivel se sitúan retos como la contracción de la demanda por la pérdida de poder adquisitivo, junto a la disponibilidad de personal.
Respecto a las consecuencias de la inflación, la práctica totalidad de las compañías encuestadas (97%) afirma que sus márgenes han disminuido. Alejandro Hermo, presidente de Marcas de Restauración, declaraba recientemente en una entrevista a Sivarious que «ahora la complicación va a estar en cómo repercutirlo en 2024, cuando las subidas van a ser más moderadas, pero es que la rentabilidad que tenemos a día de hoy no es la de hace dos años».
