La capacidad del sector vinícola español para hacer frente a las complicaciones coyunturales ha quedado patente durante la pandemia. Incluso para exponente nacionales como el Rioja el transcurso de estos años ha dejado notas positivas. Sin ir más lejos, el Consejo Regulador de la DOCa Rioja calificó como «muy buena» la cosecha de 2021, con 254 millones de litros comercializados.

Además, fue un ejercicio positivo, con un aumento del 13,5% en las ventas global y del 7,76% en las exportaciones. Tal y como reconoce José Luis Lapuente, director general de DOCa Rioja, en conversaciones con Sivarious. «Pese a unos inicios con nuevas restricciones en el mercado nacional, derivadas de la pandemia, la Denominación ha hecho valer su fortaleza y resiliencia y ha logrado resultados positivos, que en el ámbito exterior han reforzado el crecimiento que ya experimentó en plena pandemia».

Su cuota de mercado se mantiene en, aproximadamente, un tercio de los vinos de calidad españoles en el ámbito doméstico, casi el doble de la de su más cercano competidor. Según el Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMV), Rioja fue de nuevo líder tanto en valor como en volumen de las exportaciones de vino español con DO, con un 41,5% y un 34,7% del total, respectivamente.

El director del consejo regulador destaca que la resiliencia de los vinos de Rioja les ha puesto en mejor situación que a la competencia

• A la luz de estas cifras, ¿se puede hablar también de recuperación a nivel económico? «Rotundamente sí. Es, de hecho, un objetivo estratégico: el crecimiento y la generación de valor», destaca Lapuente. «Efectuamos un seguimiento mensual de nuestras operaciones de exportación, que
  contrastamos con datos de Aduanas». De esta forma, la comercialización exterior consolidó el crecimiento de 2020 y en 2021, con un aumento en volumen casi un 2%. Sin embargo, el crecimiento en valor se cuadruplicó. «Si proyectásemos estos datos a las ventas totales, podríamos estimar que Rioja creció en facturación casi un 15% el ejercicio pasado«.

Pese a estos buenos datos, las bodegas de la variedad también han sufrido las consecuencias de la crisis , si bien es cierto que la resiliencia de los vinos de Rioja les ha puesto en mejor situación que a la competencia. «Ha podido haber una caída de actividad, en algún caso, incluso significativa, pero queremos pensar que es coyuntural, a la espera de una normalización de la situación. Y aunque seguimos padeciendo factores exógenos adversos (como la inflación, el encarecimiento de la energía, problemas de suministro de materias auxiliares o, el contexto de guerra), los datos así lo acreditan», explica el director del consejo regulador.

Precisamente, el contexto actual está suponiendo un freno para las previsiones de este 2022, que arrancaron siendo bastante optimismas y un presupuesto de 16,1 millones de euross. Para Lapuente, la hoja de ruta presuponía dejar la pandemia atrás y poder desplegar toda la potencialidad de las últimas decisiones estratégicas adoptadas. De ahí que nuestras estimaciones fueran crecer un 7% y seguir afianzando posiciones en el exterior».

No obstante, las estimaciones de estos primeros meses se han relajado a medida que avanzaba el año y se acentuaban la coyuntura económica. «Estamos asistiendo a nuevos factores exógenos adversos, que provocan una gran incertidumbre para lo que queda año». Y aunque afecta a todos los sectores, el experto señala que la «Rioja se caracteriza por mirar siempre adelante».

Según los datos disponibles analizados por el OeMv, las exportaciones de vinos con DOCa Rioja llegaron al interanual a marzo de 2022 con un crecimiento de su facturación del 4%, hasta alcanzar los 538 millones, 21,4 millones más que en el mismo periodo de 2021. Cifras que favorecen la revalorización de la marca, uno de los ejes del plan estratégico 2021-2025. Otros de los objetivos que persigue es liderar la sostenibilidad, mitigar riesgos e impulsar la digitalización.