La restauración española firma el mejor año de la última década con ventas disparadas
Velocidad de crucero para la restauración española. Con 37.600 millones de euros en ventas durante 2022, el sector cerró uno de sus mejores ejercicios de la última década y apunta en 2023 a un escenario muy similar, pero con un claro crecimiento.
Así lo ponen de manifiesto los datos compartidos en HIP por Edurne Uranga, experta en foodservice de Circana Group (nuevo nombre surgido de la unión, ayer mismo, de IRI y NPD Group). “Hemos cerrado el 2022 como el mejor, con un incremento del 0,5% con respecto al 2019, recuperándose así mucho mejor que nuestros vecinos europeos”.
“El gasto que hemos hecho los españoles está por encima de los 82.700 millones de euros, con un peso del 45% en foodservice”, y signos de recuperar el 50% que representó antes de la pandemia. Según explicó, gracias a la eliminación de restricciones, el tráfico se ha incrementado un 21%.
También ha crecido el ticket medio, un 9% más que en 2021 debido no sólo a la inflación que ha conllevado a un incremento de precios, sino también a un aumento de los canales foodservice, cada vez más demandados por el consumidor. Por categoría, el gasto se divide de la siguiente forma: el delivery se encuentra en el 7,5%, frente al 25,2% que representa el take away y el 67,2% que concentra el consumo en sala.
En cuanto al take away (una cuarta parte de lo que gastamos) y el delivery, los retos para este 2023 residen en una mayor diversidad de consumo, mirar más allá del home delivery, entre otros. “Es necesario tener en cuenta, añadió Edurne Uranga, la existencia de un consumidor cada vez más exigente centrado en las experiencias y afectado por el impuesto medioambiental”.
