La restauración de marca cambia el chip: subida de precios para mejorar la rentabilidad
La restauración de marca se mueve entre dos aguas. A un lado, el moderado optimismo por la tendencia de un consumo interno que parece aguantar el tipo frente a viento y marea. Al otro, el temido riesgo a que el impacto de los precios y la incertidumbre de la situación socio política pinche el globo tarde o temprano, cortando las perspectivas más favorables.
Dado que un 95% ha vuelto a consumir fuera del hogar, tras estos años post-pandemia, los retos para el sector son muy variopintos. «El gran desafío es conseguir subir el precio sin subir sin que impacte sobre el tráfico o visitas a los establecimientos. Para ello, lo importante es cómo se suba, no cuánto, hay que tener en cuenta el umbral psicológico del consumidor», asegura Alejandro Hermo, vicepresidente de la Asociación Marcas de Restauración, así como director financiero y de estrategia de McDonald´s España.
Hermo hace esta afirmación con conocimiento de causa. Y es que, según los datos de la XIV edición del Restaurant Trends, ocho de cada diez consumidores esperan nuevas subidas de precios en restauración durante este año. Previsión que se apoya en el hecho de que los precios en bares y restaurantes han subido un 7,7% durante el último año, frente al incremento del 15,4% en alimentos y bebidas.
Ganan enteros los partidarios de recuperar márgenes tras casi un año cargando con buena parte de los costes
«A corto plazo, la gran preocupación del sector es la rentabilidad, porque los costes han aumentado más del doble dígito y no estamos repercutiendo todo sobre el consumidor. Por querer ser cautos y no perder transacciones, porque también es un buen momento para ganar cuota de mercado», explica Hermo en conversaciones con Sivarious.
Para Edurne Uranga, experta en foodservice de Circana Group, esta realidad obliga a ser cauteloso a la hora de aplicar y explicar esta subida. Más aún si se tiene en cuenta que el efecto de recuperación de la restauración empieza a diluirse en 2023. Razón esta última por la que ganan enteros los partidarios de recuperar márgenes tras casi un año cargando con buena parte del peso de la mochila inflacionista.
De hecho, si hace unos meses el grueso del sector se posicionaba a favor de priorizar ventas sobre rentabilidad para ganar tracción, ahora empieza a imponerse la visión contraria. Entre los argumentos que sustentan este cambio de opinión destaca el hecho de que las cadenas hayan elevado su cuota de mercado por encima del 30% en estos últimos años.
Así pues, ante la perspectiva de un crecimiento más moderado, se considera que el terreno conquistado por el sector representa una garantía de cara a mantener la fidelidad de un cliente que no deja de modificar su comportamiento para controlar el gasto. Ahí está, sin ir más lejos, la elección de opciones de comida y bebida más asequibles para el bolsillo.
“Hay subidas muy bruscas en todo tipo de mercados que se están haciendo muy bien y se están entendiendo bien y otras más pequeñas que están generando mucho impacto y rechazo en el consumidor”, concluye al respecto Uranga.
