El gasto en restauración de marca crece un 16% hasta agosto pero el tráfico no se recupera
Aunque siempre ha sido un sector acostumbrado a tirar para adelante, estos últimos años han sido un máster de resiliencia para la restauración. Desde la pandemia ha tenido que lidiar con problemas de inflación, falta de suministro, escasez de personal y, de un tiempo a esta parte, el fantasma de una recesión. Y siempre bajo la amenaza constante de un frenazo en el consumo que se mantiene a raya.
Prueba de este ‘carpe diem’ que viven el foodservice es que el gasto en restauración continúa creciendo a doble dígito este 2023. Al cierre de agosto, las cadenas de restauración de marca acumulaban una facturación de 41.100 millones de euros, lo que representa un incremento del 16% respecto al año pasado, según datos de Circana.
Asimismo, durante la IV edición del Restauració Summit de Marcas de Restauración, Edurne Uranga, head of Foodservice Europe de Circana, expuso que las visitas a estos establecimientos han aumentado un 7% en comparación con el 2022. Sin embargo, el tráfico en restauración no ha igualado todavía los niveles precovid.
En concreto, Uranga destacó que durante los primeros ocho meses se realizaron 7.200 millones de visitas a locales de restauración de marca, cuando en 2019 la cifra se situaba en 7.500 millones a estas alturas del año. Así pues, aunque los comensales han vuelto a la sala tras el furor del delivery, las ocasiones de consumo real se mantienen un 4% por debajo.
La serie histórica refleja que el tráfico en restauración dibuja una tendencia bajista desde 2008
Ahora bien, la serie histórica refleja que el tráfico a restaurantes dibuja una tendencia bajista desde 2008, cuando se alcanzó el récord de 8.600 millones de visitas. De hecho, los datos actuales se sitúan al nivel de 2013, año en el que el sector inició una recuperación tras la crisis financiera. El mínimo histórico lo marcan los 4.600 millones de 2020, con el confinamiento y las posteriores restricciones como telón de fondo.
De esta forma, el incremento del ticket promedio dirige la recuperación del sector. Conscientes de ello, los operadores buscan elevar el valor medio de las ocasiones con menús incompletos o promociones que permita elevar las ventas. Una serie de iniciativas de retención agresivas, frecuentes y sostenidas en el tiempo que responde también a la amortiguación de la demanda en delivery.
Pese a estos esfuerzos, Uranga considera que la restauración de marca no volverá a los niveles de 2019, y no será por una cuestión de precios. No obstante, en este camino a la recuperación Barcelona esla ciudad que lidera el crecimiento del tráfico en restauración, con un aumento del 10% en 2023 con respecto a 2022, superando con creces el promedio nacional del 4%.
La posición de referencia de la ciudad condal dentro el sector de la restauración de marca se manifiesta en el hecho de presentar una cuota de mercado del 31,3%, dos puntos por encima de la media nacional.
Nuevas oportunidades de consumo
El futuro del sector plantea numerosos retos, pero también grandes oportunidades para el desarrollo, y la clave para ello radica en comprender los nuevos estilos de vida de los consumidores. El impacto del teletrabajo en las ocasiones de consumo es notorio, ya que su importancia se ha duplicado en España en comparación con el período previo a la pandemia.
Por ejemplo, el concepto de «Homing» también ha ganado terreno, con un 30% del gasto en restauración realizado fuera del establecimiento, ya sea a través de entregas a domicilio o para llevar. Los consumidores demandan cada vez más digitalización, sostenibilidad y bienestar en sus opciones de consumo, lo que ofrece un amplio horizonte de oportunidades para el sector en constante evolución.