Souffle de queso
Ingredientes:
El souffle es un plato de origen francés. Este es como una tarta salada y esponjosa, hecha a base de una bechamel y huevos, combinados con otros ingredientes. Nosotros hoy vamos a hacer souffle de queso. ¿Qué tal os suena?
El nombre deriva del verbo francés souffler, que significa inflar, o soplar, lo cual le va al pelo, ya que el quit de la cuestión en este plato es que la masa suba o se infle en el horno.
Como nuestro souffle de queso no lleva carne, por lo que es apto para vegetarianos que tomen lácteos. Aunque para aquellos que no lo son os animamos a que le agreguéis un poquito de bacon, o jamón… Podéis combinarlo con los ingredientes que queráis. Es un plato riquísimo, super suave y ligero, y la textura esponjosa ¡es espectacular!
Para crear un menú completo podéis acompañarlos con un plato de pescado, como esta riquísima merluza en papillote, o esta lubina a la sal. También podemos hacerlo con algo de carne, como este facilísimo pollo a la Coca Cola, o este crujiente pollo frito estilo KFC. ¡A por el delantal!
Cómo hacer souffle de queso:
- Lo primero que vamos a hacer es la bechamel. Tenemos que lograr una bechamel espesita, consistente, así que no añadiremos demasiada leche. El truco para que salga perfecta, es poner la misma cantidad de mantequilla que de harina. Y usar mantequilla de verdad, no margarinas. ¡Estará mucho más rica!
- Así que, en una báscula de cocina, pesamos 30 g de mantequilla, y la ponemos a derretir en una sartén o un cazo a fuego medio.
- Después pesamos 30 g de harina, y cuando la mantequilla está completamente derretida, añadimos la harina a la sartén, o cacito. Removemos hasta que se haga una pasta, y tostamos un par de minutos para que la harina no sepa a crudo.
- Ponemos unos 300 mL de leche entera a calentar. Podemos hacerlo en un cazo, o en una taza al microondas.
- Una vez caliente la vamos agregando, poco a poco, y sin parar de remover.
- Cuando la tengamos, le añadimos un poco de sal, nuez moscada, y pimienta para que esté más sabrosa.
- Mientras dejamos que atempere un poco, ponemos a precalentar el horno a 180 grados, y pasamos a los huevos.
- Separamos las claras de las yemas. Por un lado, montamos las claras a punto de nieve. Os recomendamos montarlas con unas varillas en la batidora, o unas varillas eléctricas.
- Por otro lado, cogemos un cuenco con las yemas, el queso rallado, y un poco de pimienta.
- Seguidamente, juntamos las yemas con la bechamel, y removemos.
- Por último, juntamos las claras a punto de nieve con el resto de la mezcla, y removemos con delicadeza, con movimientos envolventes, de abajo a arriba, para que el aire de las claras no se vaya. Primero agregamos una cucharada generosa de las claras, las integramos, y añadimos el resto.
- Con esta masa rellenaremos los moldes que hayamos elegido para meter al horno. Podemos hacerlo en recipientes individuales, o en uno solo. Tened en cuenta que debéis rellenar solo hasta la mitad o poco más del recipiente. La masa se inflará en el horno hasta casi duplicar su tamaño.
- Metemos con cuidado en el horno, y cocinamos durante 25 minutos a 180 º. Veremos como el souffle casero va subiendo. ¡Es importante que no abramos el horno! Si abrimos el horno la masa bajará, y no habrá forma de arreglarlo.
¡Qué aproveche!
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