Flamenquines cordobeses

Flamenquines cordobeses
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  • Esta receta contiene Gluten
  • Esta receta contiene Huevos

En esta receta se habla de:

Tiempo de Preparación
45 minutos
Número de Raciones
4 personas
Categoría de la receta

Ingredientes:

Los flamenquines cordobeses originales no llevan queso y se degustan generalmente como tapa. Hemos querido añadir este componente, que casa fenomenal, con lo que podríamos servir perfectamente como segundo plato, acompañado por un salmorejo de primero, por ejemplo. La variedad de queso que recomendamos es el Cheddar, si bien podemos usar otro que funda bien, el que sea más de nuestro gusto. Para ser más ortodoxos podríamos preparar la mitad de los flamenquines con queso, y la otro mitad sin, así habrá para todos los gustos.

Elaboración de los flamenquines cordobeses:

  1. Extendemos los filetes de lomo sobre una tabla cubierta con un film transparente, de tamaño suficiente para poder alisar bien los filetes y dejarlos así muy finos, planos y bien estirados.
  2. Golpeamos los filetes con un mazo de cocina, con objeto de ablandarlos y estirarlos. Si carecemos de tal mazo podemos emplear un cazo de cocina: el objetivo es que queden bien estirados.
  3. Cubrimos cada filete con una loncha de jamón serrano, o media, según tamaño, que coincida con el del filete.
  4. Hacemos lo mismo con las lonchas de queso.
  5. Enrollamos cuidadosamente los lomos con sus complementos de jamón y queso, de forma que queden compactos y bien apretados, para que no se salga el relleno.
  6. Ponemos en una fuente la harina, en otra el pan rallado y aparte, en un cuenco, batimos los huevos.
  7. Para el rebozo hay que seguir el orden de siempre: primero la harina, después el huevo y, por último, el pan rallado. Si queremos que queden más compactos, repetimos la misma operación: harina, huevo y pan rallado.
  8. Para freír emplearemos una sartén de tamaño medio, con aceite suficiente para cubrir bien, con temperatura moderadamente alta, entre 160 y 170 grados. Es conveniente freír de dos en dos o, como máximo, tres, pues si echamos más corremos el riesgo de que se baje la temperatura. Cocinamos entre 3 y 4 minutos.
  9. Los reservamos en una fuente con papel absorbente.

Los servimos acompañados de una sencilla ensalada de escarola con ajo frito. Como bebida ideal de complemento, una buena cerveza, una manzanilla, un fino o un blanco fresquito.

El truco: podemos sustituir el pan rallado por panko, que es una variedad japonesa que se obtiene a partir del trigo y que se puede hacer en casa con facilidad, y nos da un rebozado más crujiente.

Alérgenos:

La harina y el pan son productos del trigo y contienen gluten, deberían sustituirse por los sucedáneos que podemos encontrar en los supermercados, generalmente con base de maíz.

Para sustituir el huevo podríamos usar una mezcla de harina de garbanzo con agua. El sabor y la textura cambiarán algo, pero lo podrán degustar los alérgicos al huevo.

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