Ingredientes:

Los huevos rotos con jamón o “huevos estrellados” es uno de los platos más típicos de España. De esos que nos definen en el mundo. Y uno de los que más se echan de menos cuando te vas a vivir a un país extranjero. Hasta pintores como Velázquez hicieron un homenaje a este tipo de cocina en algunos de sus cuadros. La base: patatas y huevos, son ingredientes humildes, que siempre se han utilizado en la cocina. A veces los mayores placeres están en las cosas más sencillas. Y es que, aunque sea un plato fácil de hacer, hay que prepararlo con productos de la tierra y de buena calidad.

Cómo saber si los huevos son de buena calidad:

Muchas veces, las marcas nos venden los huevos como camperos, o eco, pero en realidad no lo son. Todos los huevos tienen que llevar una referencia, ese numerito (normalmente rojo) que está impreso en el propio huevo. Esa referencia tiene un número, seguido de ES (España) y luego más números. Los últimos hacen referencia al lugar de origen, pero el primero es en el que nos tenemos que fijar. Varía de 0 a 3, siendo el «0» huevos de gallinas en libertad, y el «3» huevos de gallinas que ni siquiera pisan el suelo. Así que, os recomendamos estar atentos al número y comprar siempre huevos 0 o 1. Si queréis comerlos fuera, tenéis que probarlos en Casa Lucio, el famoso restaurante de Madrid. Dicen que son los mejores, y no me extraña, porque lleva especializado en los huevos rotos desde 1975. El propio Lucio dice que la receta la inventó su abuela 🙂

Cómo hacer huevos rotos con jamón:

1. Si el jamón está envasado, debemos abrirlo y dejarlo que se airee antes de consumirlo. ¡Qué esté a temperatura ambiente!
2. Primero, pelamos las patatas con un pelador. Las lavamos y secamos con papel de cocina.
3. Ahora pasamos a cortarlas. Podemos cortarlas en rodajas ni muy finas ni muy gruesas, para que no queden demasiado crujientes. Pero el corte de la patata dependerá de la patata frita que queramos conseguir: patatas paja, patatas soufflé, patatas gajo…
4. ¡Ya pasamos a freírlas! Ponemos al fuego una sartén bien grande, con abundante aceite de oliva (suave, de 0,4º), y cuando esté caliente, echamos las patatas. Las freímos a fuego medio, para que queden tiernas, pero no cocidas. Podemos añadir cebolla o no. Esto es como en la tortilla de patatas, hay gente de con o sin. También podemos freírlas en dos tandas, la primera para hacerlas, y la segunda antes de servir para que queden extra crujientes. ¡Vosotros decidís!
5. Si eres de con, cortamos la cebolla pequeña, en brunoise, y la añadimos a la sartén para que se haga con las patatas. Esto deja un ligero sabor dulzón.
6. Los huevos, para cocinarlos de la manera tradicional, se hacen con mucho aceite, y a fuego fuerte. No debemos hacerlos mucho, ya que la yema tiene que quedar líquida. Un truco para que no salten mucho, es echarlos primero en una taza o vaso, y de ahí a la sartén.
7. Servimos primero las patatas, colocamos el jamón encima, y seguidamente los huevos.
8. Por último, añadimos sal, recordando que el jamón ya de por sí es salado.

Antes de disfrutarlos, rompemos los huevos, y dejamos que la yema chorree sobre los demás ingredientes ¿Te lo imaginas? ¡Un plato sencillo e irresistible que apetece en cualquier momento!

Otras variedades de huevos rotos:

A parte del jamón, y dependiendo de en qué casa estés, los huevos estrellados se pueden preparar con multitud de ingredientes. ¡Da rienda suelta a tu imaginación, y apetito! Se les puede incluir unos deliciosos pimientos del padrón, unas gulas, chistorra, pisto, bacon, morcilla, foie, chanquetes…