Ají de gallina

Ingredientes:
Como sabemos, la cocina cruza fronteras y es que ya no existen límites para preparar una receta asiática, italiana, francesa, o de cualquier parte del mundo. Aunque un plato sea popular en un país o región, cada vez en más sencillo prepararla en casa. Por ello hoy nos lanzamos con una receta peruana, es fácil, rápida e increíblemente sabrosa. Hoy os desvelamos los trucos para cocinar ají de gallina, o también denominado, ají de pollo, cuando se realiza con dicho ingrediente.
Decimos que cada vez es más sencillo realizar cualquier tipo de plato en casa, y esto se debe a que tanto los supermercados al uso, como en mercados, hay cada vez más productos procedentes de casi todo el mundo, incluso llegamos a encontrar supermercados especializados con productos de China, Italia…
Esta receta se suele acompañar de patatas, huevo duro, aceitunas y un poquito de arroz blanco, pero como ya sabemos la cocina o los platos, van a gusto de cada uno, por ello os animamos a que lo acompañéis con lo que más os guste, o tengáis por casa. También se podría acompañar de un delicioso gratin dauphinois, unas patatas gajo, un poco de cuscús casero, o incluso un creativo arroz verde.
Cómo hacer ají de gallina casero:
- Antes de nada, vamos a cocer el pollo. Colocamos las pechugas de pollo en una cacerola y llenamos de agua hasta cubrir la carne. Echamos un poquito de sal, y llevamos a ebullición a fuego alto, en cuanto empiece a hervir bajamos el fuego a medio – bajo y dejamos unos 25 minutos, o hasta que esté completamente cocido. Una vez cocido, retiramos el pollo de la cacerola, dejamos enfriar, y colamos el caldo que utilizaremos más adelante.
- A continuación, cortamos la cebolla y los ajos, en brunoise, y rallamos el queso parmesano, y reservamos todos los ingredientes. Cocemos los huevos unos 10 minutos, enfriamos, pelamos y volvemos a reservar.
- Cortamos los ajíes por la mitad y les retiramos las semillas y la raíz, o parte central. Seguidamente, introducimos lo que nos queda de los ajíes en un procesador de alimentos con un par de cucharadas de agua, y trituramos hasta obtener una crema espesa. Es posible que tengamos que agregar un poquito más de agua. En cuanto la tengamos, la reservamos.
- Tras ello, cogemos una sartén grande, colocamos sobre un fuego medio y le agregamos un chorrito de aceite de oliva. Echamos las nueces y las salteamos un minuto, hasta que estén doradas, las reservamos. En la misma sartén, echamos la cebolla, y salteamos a fuego flojo hasta que esté blanda. Echamos los ajos cortados y removemos un poco. Cocinamos un minuto más y transferimos los ingredientes a un procesador de alimentos, junto con las nueces, un poquito de sal, una taza de caldo o agua de pollo, y la pasta de ají hecha anteriormente. Trituramos todo hasta que quede una mezcla suave. Agregar más caldo de pollo si es necesario.
- Después, limpiamos un poquito la sartén, y vertemos la mezcla del ají hecha anteriormente, y cocinamos a fuego medio – bajo hasta que empiece a hervir. Bajamos un poco el fuego y dejamos unos 5 minutos más. Mientras, desmenuzamos las pechugas cocidas, y reservamos.
- Vamos echando lentamente la leche a la salsa y removemos. Calentamos la salsa a fuego lento, removiendo de vez en cuando, para que no se pegue. Si lo veis necesario o muy picante podemos agregar un poco más del caldo de pollo. En cuanto esté hirviendo, echamos el pollo desmenuzado, el parmesano rallado, removemos y retiramos del fuego. Salpimentamos a gusto de cada uno, no sin antes probarlo para ver qué es lo que requiere.
Servimos nuestro ají de gallina o ají de pollo casero junto con un poquito de arroz blanco, el huevo duro cortado en cuartos, y unas pocas aceitunas. ¡Listo para disfrutar!
¡Qué aproveche!
Se puede sustituir la leche normal por leche de coco, leche entera o incluso leche evaporada. También podríamos usar gallina en vez de pechugas de pollo.
Buscador de recetas ▲