Andrés Sánchez Magro

Como venimos señalando en esta saga, el mundo de la gastronomía está demasiado volcado en los de la chaquetilla bordada, pero detrás de cada plato exquisito, existe una figura que raramente recibe el mismo nivel de reconocimiento, el sumiller y director de sala. Israel Ramírez es una de esas figuras, un verdadero maestro de la hospitalidad cuya historia es tan apasionante como los vinos que selecciona.

Con solo 29 años, Israel Ramírez ha logrado lo que muchos en este planeta tan amplio de la gastro consideran un sueño casi inalcanzable, como es convertirse en un icono al servicio de uno de los restaurantes mas prestigiosos de la capital española Saddle. Este restaurante con su estrella Michelín en la puerta, tiene la mano diestra en la dirección de sala.

La historia de Israel comienza en Guardamur, un pintoresco pueblo de Toledo, donde sus raíces familiares están profundamente arraigadas a la hostelería. Nada de comedores de lujo ni mucho menos, ya que su familia regentaba un modesto bar “Las Campanas”. En aquel local humilde y auténtico le nació su pasión por el servicio y la gastronomía. Allí aprendió que el verdadero arte del servicio va más allá de técnica, pues se trata de entender y sobre todo conectar no con el cliente, sino con “la persona”.

Israel fue parte del diseño del restaurante y de la creación de su carta de vinos

Desde esos humildes comienzos, Israel ha recorrido un largo viaje fascinante que le ha llevado por toda Europa, y ha trabajado con algunos de los mejores cocineros y más altos estándares de la cocina internacional. El primer gran salto en su carrera ocurrió casi por casualidad cuando hizo el curso Sumiller Bellerman. Este título sumado a su paso por Zalacaín y otros reconocidos espacios gastronómicos, le permitió refinar sus conocimientos, y así convertirse en Certified Beer Server por Cicerone.

Después de su vuelta por Europa, Ramírez se une al equipo de Dani García, en el momento que aquel obtuvo las tres Estrellas Michelín. En ese periodo no solo termina de refinar su técnica, sino desarrolla una comprensión más profunda de lo que significa la gastronomía excepcional,
ascendiendo rápidamente a Director de bebidas, o el responsable de seleccionar a la perfección los maridajes para los platos de la más alta sofisticación.

En el 2019, Israel dio otro gran paso en su carrera, al unirse al ambicioso proyecto Saddle en Madrid. Maneja la imponente bodega con más de 1500 referencias, muchas de ellas tan exclusivas como irremplazables… un verdadero compromiso con el vino. En Saddle su responsabilidad no se limita a la selección de vinos, pues Israel fue parte del diseño del restaurante y de la creación de su carta de vinos. Su capacidad para crear ante los parroquianos no ha pasado desapercibida, y en julio del 2023 asumió el cargo de director de operaciones junto al cocinero Adolfo Santos, liderando con maestría un equipo comprometido con la excelencia.

Mas allá de su impresionante currículum, lo que realmente le distingue es su calidad humana. Para él cada servicio es una oportunidad de sorprender y seducir a sus clientes. Además de Saddle, Israel también se dedica a la enseñanza, ya que comparte sus conocimientos y su pasión por la hostelería colaborando con la Cámara de Comercio de Madrid.

Israel es un testimonio viviente de que la grandeza en la gastronomía no solo se mide en estrellas Michelines, sino en la capacidad de crear momentos únicos donde el cliente se sienta especial desde el café de la mañana hasta la última copa de vino del día. Israel Ramírez, no es solo un sumiller excepcional, es un verdadero maestro de creación de un servicio único con mucho arte y caché.