Roost Chicken, la nueva marca insignia del pollo frito busca franquiciados para su revolución
La revolución ha llegado al pollo frito y se llama Roost Chicken, la marca de restauración fundada por tres socios en abril de 2020. Ante el déficit de este nicho en el mercado español, reducido prácticamente a dos grandes propuestas de fast food, decidieron lanzar al mercado un concepto que combina el estilo de Street Food con el Gourmet y ofrece platos de la máxima calidad junto con una delicada elaboración artesanal.
«Hemos decidido desarrollar un proyecto donde elevamos la propuesta y la llevamos a otro nivel dirigiéndola al casual dining, donde el ticket medio es un poco más alto», destaca Juan Pablo, quien junto a Oriana y Pedro son la cara visible de Roost Chicken.
Antes de estrenarse con su propio proyecto, estos tres amigos ya habían trabajado juntos en el mundo de la restauración organizada, llegando a gestionar varios restaurantes de una marca reconocida. Una experiencia que han sabido aprovechar en su beneficio para posicionarse como una de las referencias de su categoría en las plataformas de delivery, negocio que supone el 28% de sus ventas.
Pedido a pedido, con su trabajo y dedicación, el equipo de Roost Chicken está sabiendo diferenciarse como una marca tan disruptiva como cercana. «Elaboramos el pollo frito de una forma más atractiva y diferente con producto 100% español y de calidad«, comenta Pedro respecto a una propuesta de valor que no deja de ganar adeptos. Ya no sólo en los dos locales que tiene en pleno centro de Madrid, sino también en Barcelona, donde operan a través de dos cocinas virtuales.
Sus responsables confían plenamente en el potencial de la marca y de momento apuestan por consolidar su presencia en la capital
A raíz de los buenos resultados obtenidos en estos tres años, Roost Chicken quiere continuar su expansión a través del modelo de franquicias. Sus responsables confían plenamente en el potencial de la marca y de momento apuestan por consolidar su presencia en la capital, donde todavía hay mucho margen de crecimiento antes de dar el salto a otras ciudades de España.
Tal y como sostiene Juan Pablo, «hemos decidido meternos en esa puja y hacernos nuestro hueco en el mercado porque ya estamos en capacidad de poder brindar soporte en cualquier ámbito que pueda necesitar la persona que se una al proyecto». Buscan perfiles con conocimiento del sector, tanto franquiciados de autoempleo que quieran liderar su negocio como inversores interesados en poner en marcha varios establecimientos. Ambas opciones son igual de viables, ya que desde la propia marca ofrecen la posibilidad de asumir la gestión del local.
Con una inversión inicial inferior a la media del sector y un periodo de retorno de 19 meses, Roost Chicken ofrece un modelo de negocio muy estudiado y con un margen de beneficio estable.
Un dato clave de este proyecto es el diseño de los locales, su ambientación y la selección del mobiliario. Esta tarea fue encomendada desde un principio a la firma MOINDE, con la cual ya habían trabajado en el pasado. El proceso técnico por el cual se selecciona cada pieza del mobiliario responde a una estrategia de imagen corporativa.
La firma mencionada tiene una vasta experiencia dentro de la península brindando soluciones eficaces y eficientes. Sus más de 50 años en el mercado colaborando con franquicias, son sinónimo de innovación constante, creatividad y un sentido compromiso con cada proyecto.
Una vez definido el proyecto, Roost Chicken desde las primeras reuniones prestan el mejor asesoramiento en materia de licencias, obras, marketing, operativa y plan financiero para poder ir creciendo en número de locales.
«El proceso nos llevaría cinco meses, desde el momento en que pueda haber un interesado hasta la apertura del establecimiento», asegura Juan Pablo.
Precisamente, en cuanto a los requisitos de ubicación, los locales de Roost Chicken no dejan indiferente a nadie con un concepto urbano que logra combinar un diseño auténtico, con grafitis y mobiliario canalla. Debe contar con un tamaño desde 100m2 con necesidad de cocina y salida de humos. Las ubicaciones preferentes son zonas de alto tránsito, y zonas comerciales, preferiblemente con terraza y grandes fachadas.
