«Todo ha cambiado, menos las ganas de viajar». Esta frase de Gabriel Escarrer resume perfectamente lo que han sido estos tres últimos años para el curso del mundo en general, y de la industria hotelera en particular. Durante su intervención en la junta de accionistas de Melià Hotels International, el consejero delegado de Melià Hotels y flamante presidente de la compañía hizo un repaso de la compleja evolución del negocio durante 2022, al cual calificó como “el año que vivimos peligrosamente”, por pasar de un primer trimestre prácticamente a cero por la variante ómicron, a un segundo trimestre positivo y una brusca recuperación “en Uve” a partir del tercer trimestre.

Tras pronosticar un resultado bruto de explotación (Ebitda) de 475 millones de euros durante el ejercicio de 2023, Escarrer se mostró satisfecho de «haber desplegado la mejor de las estrategias posibles» en materia de expansión, sostenibilidad, eficiencia e innovación de producto. En este último punto, Melià ha completado su arquitectura de marcas con enseñas tan poderosas como Zel, en alianza con Rafael Nada, pero prepara importantes importantes cambios en su planteamiento de Alimentos y Bebidas (F&B por sus siglas en inglés).

«Vamos a plantear un nuevo enfoque en materia de Alimentos y Bebidas que apueste tanto por los conceptos gastronómicos propios como por incorporar operadores externos de gran nivel«, destacó Escarrer.

Este giro estratégico busca potenciar el actractivo de las marcas con lo mejor del desarrollo de propuestas internas y la asociación con nombres aedcuados de la restauración. Especialmente con aquellos socios que permiten posicionar el inmueble y mejorar la cuenta de resultados de la cadena hotelera, siempre con adaptadas a cada hotel. Se trata de una fórmula similar a la planteada por Palladium Hotel Group, una de las empresas más centradas en la explotación del lujo en nuestro país.

El peso del F&B en Meliá es clave para impulsar los ingresos operativos

• Actualmente, el desempeño de F&B se agrupa entorno a dos ámbitos de actuación en Meliá: la personalización para el porfolio de marcas Luxury y otra oferta basada en optimización de procesos para las marcas Premium y Essential, dentro de una estrategia común de distribución y comercialización. El papel de la restauración es clave para impulsar los ingresos operativos de un hotel y permite un cross-selling constante.

Bajo la batuta de Alex Hugot, vicepresidente de F&B de Meliá, el peso este área en el negocio de la compañía se mide tanto como una fuente de ingresos que aporta alrededor del 25% en el conjunto del negocio, como por su constribución al posicionamiento de los inmuebles. Buen ejemplo de esto último es el popular chiringuito Beso Beach, que aterriza en Mallorca de la mano de Zel con más de 700 reservas para julio. «Es algo que nos llama la atención y, a nivel proporcional, vislumbro una de las mayores tasas de crecimiento en este área», señaló Escarrer respecto al potencial del F&B en Meliá.

Dentro de su hoja de ruta hasta 2024, la multinacional considera Alimentos y Bebidas un importante driver de crecimiento. «Queremos que nuestra oferta sea una palanca clave para nuestra expansión como compañía y que potencie la innovación y la sostenibilidad en nuestra propuesta de valor», indica Melià en su último informe de gestión. Bajo esta premisa, la nueva propuesta estratégica busca dar respuesta a las necesidades de cada zona, además de optimizar la gestión y el rendimiento, cuestiones que se han convertido en una prioridad para el negocio hotelero.

Con este objetivo, la cadena trabaja en la adopción de nuevos sistemas digitales como Be Digital 360, que en el caso del F&B permite analizar de manera ágil y exacta el desempeño de sus restaurantes y sistematizar el reporte de información clave en este ámbito.