El food delivery afloja la marcha tras años de aceleración. Sigue creciendo, pero lejos del ritmo frenético de pandemia, donde en un momento dado se convirtió en el principal canal de venta para la restauración. Hoy, gran parte de ese protagonismo que llegó a acaparar ha vuelto a la sala e incluso se reparte con el take away, aunque se da por consolidado el consumo fuera del restaurante.

Tras un 2023 en el que la evolución del mercado del delivery ha sido más lenta en comparación con años anteriores, hay tres pilares que parecen marcar el presente de este servicio. El primero es la frecuencia. «La mitad de los consumidores dicen que está manteniendo o reduciendo la frecuencia de sus pedidos y se encuentran en un punto bastante neutra», iexponía la vicepresidenta de Foodservice en Circana, Edurne Uranga, durante la XV edición de Restaurant Trends.

El segundo factor es una complejización de la oferta, con un consumidor ávido de nuevas experiencias. Prueba de ello es que antes de pandemia la mitad de los pedidos tenían un burger o pizza, Actualmente este reportaje se reduce al 45%, gracias a que el resto de productos tiene una mayor representación. Pero, de lejos, la tendencia más destacada es la que apunta a una pérdida de comba por parte de las grandes plataformas. De hecho, los agregadores digitales cediendo parte de su cuota durante el último trimestre del año pasado.

El delivery ha ralentizado su crecimiento, con las grandes plataformas como principales afectadas en esta nueva fase

Una de las razones que explica esta situación es la apuesta, cada vez más generalizada, del sector de la restauración organizada por el desarrollo del canal propio de servicio a domicilio. En el transcurso del último año numerosas marcas han dado pasos en este sentido, incluyendo Popeyes, Juancho´s BBQ o el portfolio de Alsea (VIPS, Foster´s Hollywood o Ginos).

A la vista de esta situación, actores como Glovo tratan de reaccionar para abrir el mercado del delivery a nuevos restaurantes. Así, la plataforma ha cerrado un acuerdo de colaboración con Last.app, con el objetivo de reactivar el interés del sector por un canal que, pese a las oscilaciones, mantiene potencial de crecimiento. Según previsiones de Circana, el gasto en food delivery alcanzará los 2.600 millones de euros en 2024, representando un 7% de la facturación en toda la restauración.

En relación a esta alizanza María Eugenia Montes, Sales Lead en Last.app, declara que «es sencillo, nosotros trabajamos con los restaurantes para saber cuáles son sus problemas y poder resolverlos haciendo su día más sencillo, esta es la razón de un partnership con Glovo, queremos dar un servicio que esté a la altura de nuestros clientes y ahora estamos 100% seguros que quienes usen Glovo con Last.app van a tener la mejor experiencia posible».