El juez ordena el cierre del grupo Cantoblanco tras años inactivo

El juez ordena el cierre del grupo Cantoblanco tras años inactivo

Publicado el martes 19 de julio del 2022 | 06:06
martes 19 de julio del 2022 | 06:06

La travesía del grupo Cantoblanco ha tocado a su fin. Tras años tanteando la liquidación, los últimos rescoldos del imperio del catering que fue la compañía del empresario Arturo Fernández se han apagado por orden judicial.

Según la documentación del Registro Mercantil consultada por Sivarious, la titular del juzgado de lo Mercantil número uno de Madrid, Amagoia Serrano, ha ordenado la extinción de la sociedad Grupo Cantoblanco Restauración SL. La juez ha declarado el cierre de la misma en una resolución que da por concluido el concurso de acreedores solicitado en 2014 por el que fuera vicepresidente de la CEOE.

Esta decisión implica la revocación de los administradores concursales, responsabilidad que recaía sobre Francisco Vera de Data Concursal, así como el archivo de las actuaciones. Ello tras constatar la insuficiencia de masa activa. Esto es, que la sociedad carecía de bienes de ningún tipo para afrontar sus deudas con los acreedores.

El grupo llevaba en concurso de acreedores desde 2014

A este respecto, Fernández tenía acumulada una deuda de casi 20 millones de euros en 2018, aunque según el empresario estaba recurrida en el Tribunal Económico Administrativo. Cuentas que se articulaban en torno a cuatro sociedades, todas ellas en proceso de cierre: Grupo Cantoblanco Alimentación (7,5 millones), Grupo Cantoblanco Colectividades (3 millones), Arturo Grupo Cantoblanco (3,3 millones) y Arturo Servicios Generales (2 millones).

Considerado rey del catering, grupo Cantoblanco de Fernández gestionaba la cafetería de la Asamblea de Madrid e IFEMA a finales de la primera década del milenio. En 2012 el grupo tenía unos 2.600 empleados, 150 establecimientos y facturaba 182 millones.

Sin embargo, en 2013 dejó de gestionar la cafetería del Congreso de los Diputados, adjudicación quehabía sido puesta ya en entredicho por los precios subvencionados y reducidos de los que disfrutaban los parlamentarios. Poco después también perdió la concesión de la sede de UGT, Turespaña y La Moncloa. Todo en medio de acusaciones de pagos en negro.

Después de varios años alejado de la vida empresarial, a mediados de 2021 Fernández llevó a cabo un remodelación del Club de Tiro Cantoblanco, el mítico negocio que fundó su abuelo en 1898 y que ha sido lugar de encuentro de reyes, nobles y empresarios en Madrid, con el objetivo de convertirlo en un espacio más moderno y abierto.

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