El Gobierno previene una inflación anclada en el contrato de restauración de la Galería de Colecciones Reales

Organismo previsor vale por dos. A falta de casi un año para su inauguración, Patrimonio Nacional sigue trabajando en la puesta en marcha de la nueva Galería de las Colecciones Reales, un proyecto que verá la luz el próximo verano, tras 25 años del anuncio del proyecto y ocho desde que se acabó el edificio del museo.

Uno de los aspectos que ya está en tramitación es la creación de la cafetería de la Galería de Coleccione Reales. De hecho, se ha iniciado la licitación para el contrato de explotación del servicio de restauración, con un presupuesto estimado de 1,6 millones de euros. El servicio se desarrollará bajo la supervisión de la gerencia de Patrimonio Nacional que, con la inflación anclada actualmente en una tasa anual del 9%, se ha visto obligado a contemplar un incremento del gasto.

Según la documentación oficial consultada por este medio, el organismo público ha estimado un aumento anual del gasto de un 10% en función del incremento del consumo e inflación. Una subida progresiva con la que se pretende actualizar al alza un contrato. Con un plazo de ejecución de cinco años, se contempla un volumen inical de ventas de 1,3 millones durante el primer año y de 1,83 millones el último.

Patrimonio Nacional ha estimado un aumento anual del gasto de un 10% en función del incremento del consumo e inflación

En base a esta previsión, con las que se pretende garantizar la viabilidad del servicio, el incremento en las ventas sería del 15% en el segundo año, 10% el tercero, 7% el cuarto y 4% el quinto, como consecuencia del incremento de potenciales clientes al museo, así como el posible aumento de precios de los artículos a consumir.

Al margen de esta cuestión, Patrimonio Nacional establece un canon mínimo fijo mensual de 7.500 euros y un canon variable mínimo de un 2% sobre el volumen de facturación, si bien será criterio de adjudicación su mejora. Por otra parte, la oferta gastronómica se dividirá en tres segmentos: una cafetería con una sola carta, destinada a visitantes del museo y público en general, un restaurante casual y otro de alta cocina.

La diferencia entre los dos tipos de restaurantes estriba en varios elementos, empezando por el público. Mientras el primero estará orientado a los visitantes del reciento, el segundo lo hará al público general. Asimismo, en el restaurante casual precio en mesa o barra oscilará entre los 15 y 30 euros, con una propuesta sencilla, «de rápido consumo». En cambio, el de alta cocina rondanrá los 45 euros de tiquet en cenas y comidas de fin de semana y festivos, «con alta calidad en el producto y un servicio en mesa muy cuidado y personalizado«.

Una de las obligaciones requeridas es que también deberá encargarse de aportar estanterías, carros de cocina, expositores de alimentos refrigerados, cámaras frigoríficas, horno de hostelería, mesas calientes, campaña extractora, extractores de humos y freidoras, entre otra maquinaria.