El Castizo de Chamberí, la última apuesta de Carbón Negro en la gastronomía madrileña

El Castizo de Chamberí, la última apuesta de Carbón Negro en la gastronomía madrileña

Publicado el jueves 10 de febrero del 2022 | 05:58
jueves 10 de febrero del 2022 | 05:58

El grupo Carbón Negro tiene nuevo restaurante en el barrio de Chamberí. La compañía ha abierto recientemente otro local de la marca Castizo, que ya está presente en otros lugares de la capital como Serrano, Velázquez, Alcalá y Plaza del Ángel.

Carbón Negro se inició en el sector en 2018. Una alianza entre diferentes hosteleros madrileños de varios grupos de restauración que se unieron en este proyecto.

Entre los empresarios que lideran la compañía se encuentran, entre otros, Charlie Saiz, Fernando Nicolás y Chiqui Calleja (socios mayoritarios del Grupo Larrumba) y Alejandro Pérez Alburquerque (fundador y socio del Grupo El Escondite). Pero Carbón Negro no se engloba en ninguno de estos grupos, sino que ha dado lugar a la creación de una nueva empresa.

La gran diferencia entre el Castizo de Chamberí y el resto, según ha contado la responsable de marketing del Grupo Larrumba, a este diario es que “aquí contamos con una carta pensada para ir más allá de la barra, el eje central y original del proyecto”.

“Castizo nació como un concepto de taberna 2.0 enfocado para celebrar el aperitivo, para picar algo, así como para comer de forma más distendida pero ágil. Aunque todos tienen zona de comedor, en la nueva ubicación de Castizo (Sagasta) se ha apostado por una mezcla de ambos mundos (la barra y el comedor), con una zona muy amplia en la planta de abajo, con más espacio y más mesas para comer sentado”, afirma la responsable.

Charlie Saiz, Fernando Nicolás y Chiqui Calleja (socios mayoritarios del Grupo Larrumba) y Alejandro Pérez Alburquerque (fundador y socio del Grupo El Escondite) están al frente de Carbón Negro

Otro de los cambios de este Castizo se encuentra en la carta. Se han sumado varios platos que no están la carta de los otros restaurantes: el arroz de almejas de Pedreña, los callos a la madrileña, el pollo de campo en pepitoria y verduras como la alcachofa o la berenjena a la parrilla.

“También platos como el rape a la parrilla, las patitas de pulpo a la brasa con aceite de pimentón y ajos fritos o el entrecotte de atún con romescu”, cuenta la responsable.

Carbón Negro cuida la ubicación y el interiorismo

La responsable de marketing de Larrumba señala que una de las claves del éxito es “el respeto hacia la materia prima” porque “es el foco y la base” del negocio: “Por eso le ponemos tanto mimo y cuidado a cada uno de los detalles que conforman la elaboración de un plato”.

Aunque otro de los puntos que les caracteriza, según explica, es la ubicación y el interiorismo de cada uno de los establecimientos: “En el caso de Castizo, por ejemplo, consideramos que el éxito viene ligado a que no somos una cadena, sino que somos una taberna de barrio. Hay varios Castizo sí, pero ninguno es una réplica del anterior. Cada uno cuenta con un chef independiente, cartas con detalles diferenciadores y con la barra como denominador común y punto neurálgico de operaciones”.

 La pandemia no ha sido un gran problema para el grupo. Según explica la responsable de marketing de Larrumba “nuestros datos de este año han crecido más allá de los de 2019”. 

Y concluye: “Hemos sido capaces de adaptarnos a las restricciones reduciendo aforos, aprovechando espacios amplios, incrementado la distancia entre mesas y siguiendo cada una de las medidas de seguridad requeridas. Eso es algo que el cliente busca y agradece actualmente. De momento, estamos más que contentos con nuestro flujo de reservas que no han visto un declive en los últimos meses”.

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