Barra Alta cubre el puente aéreo Barcelona-Madrid para repetir fórmula en la capital

Barra Alta cubre el puente aéreo Barcelona-Madrid para repetir fórmula en la capital

miércoles 07 de septiembre del 2022 | 19:55

La rentrée culinaria trae novedades destacadas en Madrid. Tras el éxito alcanzado en Barcelona, donde abrió sus puertas en 2018 –convirtiéndose en un referente de buen producto y apareciendo en la Guía Michelin España y Portugal 2021 y 2022–, Barra Alta repite fórmula en la capital. Lo hace adaptándose a los gustos y costumbres de su nueva ubicación, el barrio de Salamanca.

Su chef y propietario, Daniel Roca, un enamorado de la cocina tradicional, de esas que evolucionan sin perder su identidad, basa su propuesta en elaboraciones sencillas, realizadas con una materia prima insuperable. Esto es posible gracias a proveedores que conoce bien: el salmón ahumado con humo natural de piñas piñoneras del Maresme, de su gran amigo Carlos Piernas (Carpier), o las ostras de Thierry, de Huitres Poget de Normandía, de lo mejor del mercado.

Confían siempre en Joselito para sus cortes de bellota y, en el caso de los huevos, Cobardes y Gallinas, animales criados en auténtica libertad. «Trabajar con proveedores que son como de la familia nos facilita el trabajo en la cocina, y eso nos hace marcar la diferencia», dice el chef, quien asegura sentirse orgulloso de su política de precios, ya que considera ser una de las mejores propuestas en relación calidad-precio de la zona.

El chef Daniel Roca propuesta en elaboraciones sencillas, realizadas con una materia prima insuperable

La andadura puede comenzar con unas ostras encevichadas, escabechadas o al natural –sorprende la calidad del producto–. Si se sigue con las tapas frías, merecen una mención especial su tartar de bogavante y vieira, aguacate y kimchi sobre tostada crujiente de maíz o su ensaladilla de bogavante estilo rusa trabajada al momento.

Entre sus tapas calientes, destacan las croquetas de carne rustida y foié Rougié, o su minibrioche de calamares con mayonesa de ajo escalivado, un guiño al bocata de calamares. Como platos principales, resaltan la caldereta de bogavante (de Premium Shellfish) con trompetas de la muerte y colmenillas, y el gallo de costa estilo thai: una fritura con salsas asiáticas, albahaca, menta y coco, que se sirve en su espina crujiente y que, por supuesto, también se come. La pluma Joselito, servida poco hecha, con chimichurri, patatas y pimientos.

Postres y bodega hacen de la experiencia un todo

Otro de los rasgos que define la apuesta de Barra Alta en Madrid son los postres caseros y su amplia bodega. El momento dulce se caracteriza por sugerencias de apariencia clásica que se convierten en sorpresa cuando llegan a la mesa. Por ejemplo, su chocolatada con aceite y sal, imprescindible para los amantes del buen chocolate, o el melón osmotizado con vermut, queso crema y menta, un postre ligero y fresco para acabar la comida sin excesos, pero nunca sin un bocado dulce.

Aunque, sin duda, el postre estrella es la cremosísima tarta de queso. Una pieza elaborada con cuatro tipos diferentes de quesos, que la llenan de matices y untuosidad.

Su jefa de sala y sumiller, la madrileña Cristina Fernández, está al mando de la bodega. Es una apasionada de los vinos y eso se nota en una carta tan cuidada y equilibrada que cuenta con más de 70 referencias.

Menú degustación Barra Alta: ¿Madrid o Barcelona?

Los menús degustación representan el puente aéreo entre la ciudad condal y la capital. Obviamente son dos: Madrid y Barcelona. El primero ha sido creado pensando en los madrileños, acostumbrados a compartir los primeros y a disfrutar de un plato principal. Consta de cuatro entrantes a compartir, un plato principal individual y un postre a escoger.

Para quienes prefieran compartir desde el primer hasta el último bocado, el menú Barcelona es el ideal. Esta segunda opción está compuesta por siete pases más un postre. Los dos menús son, definitivamente, una forma perfecta de conocer el restaurante en la primera visita.

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