
Retos y oportunidades que plantea la turismofobia en España, según Amancio López Seijas
Desde hace años, el turismo ha constatado que es una de la principales industrias tanto dando impulso a las economías, como facilitando el intercambio cultural y generando empleo. A pesar de ello, a lo largo de los últimos años, el notable crecimiento del turismo masivo ha generado que esta industria también se vea definida por connotaciones negativas.
En muchos discursos de algunos de los profesionales del sector y principales referentes de esta industria, hay un concepto que se repite continuamente: la turismofobia. Ese rechazo hacia los turistas y el turismo masivo surge de la preocupación de la población local, que teme que se produzca un impacto negativo económico, social y medioambiental.
Amancio López Seijas, presidente de Grupo Hotusa, ha dedicado el nuevo capítulo de “3 minutos con Grupo Hotusa” para profundizar en la situación de turismofobia que vive España en la actualidad y, además, en la necesidad de construir un modelo turístico que asegure calidad, sostenibilidad y rentabilidad a largo plazo.
En esta misma línea, López Seijas recuerda que desde los años 60 el turismo ha sido un motor de transformación para el país, impulsando la modernización de ciudades y abriendo España al mundo. La llegada de las aerolíneas low cost a finales de los 90 consolidó esta tendencia, posicionando al país como uno de los destinos más accesibles y atractivos de Europa, tanto en áreas vacacionales como en turismo urbano.
Los retos que afronta el turismo frente a la masificación en España
Actualmente, el turismo vive uno de los mejores momentos de su historia en España. Representa el 13% del PIB y sostiene un volumen similar de empleo directo, además de su impacto indirecto en sectores como la restauración, el comercio o el transporte. Según datos del INE (Instituto Nacional de Estadística), España recibió 93.8 millones de turistas en 2024, superando los niveles prepandemia y consolidándose como el segundo país más visitado del mundo por detrás de Francia.
Según el presidente de la compañía, el reto ante esta situación es el de evitar que el éxito se vuelva insostenible. Pero este crecimiento también plantea interrogantes. La turismofobia surge como reacción negativa a la masificación en ciertas ciudades y destinos, donde se resiente la calidad de vida de los residentes, aumenta el precio de la vivienda y se diluye la singularidad que hace único a cada lugar. «Tenemos que decidir si queremos más turistas… o mejores turistas», señala Amancio López.
El aumento constante de visitantes, entonces, abre un debate ineludible: ¿Queremos crecimiento ilimitado o turismo de calidad? ¿Queremos volumen o valor añadido?
La oportunidad que plantea la turismofobia
«Disponemos de infraestructuras y transportes de primer nivel, seguridad, historia, cultura, gastronomía, clima… Podemos y debemos, elegir el futuro que queremos», concluye López Seijas.
En este contexto, según Amancio, esta situación también planeta la oportunidad de “construir el modelo que queremos”. Según el presidente de Grupo Hotusa, España y Europa están en condiciones de liderar un nuevo modelo turístico. Para ello, es clave regular el uso de viviendas turísticas que no aportan riqueza al entorno, potenciar alojamientos de calidad como hoteles boutique y cinco estrellas, que generan empleo estable y atraen a visitantes con mayor poder adquisitivo, y fomentar experiencias que conecten con la cultura y la autenticidad local más allá del consumo masivo. Este es el tipo de turismo que reparte riqueza y configura el futuro de un país.