La hostelería rebaja las expectativas veraniegas tras un julio flojo en gran parte de España

La hostelería rebaja las expectativas veraniegas tras un julio flojo en gran parte de España

viernes 11 de agosto del 2023 | 09:13

Es probable que las expectativas generadas fueran demasiado altas. La evolución de las ventas durante la primera parte del año, con el sector ya en niveles previos a la pandemia, hacían vislumbrar un verano de récord en la hostelería nacional. Para Hostelería España, podía suponer una subida de hasta el 10% en la facturación. AECOC, algo más conservador, apuntaban a un crecimiento de entre el 5% y el 7%. Estando casi a mediados de agosto, muchas patronales locales hablan de una temporada estival rara, cuando no directamente floja. Algunas incluso auguran cerrar por debajo de 2022 tras echar tierra sus previsiones.

En la hostelería, más que en ninguna otra actividad, la felicidad va por regiones. Sin embargo, este año no está siendo plena ni siquiera en Baleares y Canarias, donde el alto nivel de reservas hoteleras y consumo en restauración se ve empañado por la falta de personal. Hasta el punto de tensionar las relaciones con los sindicatos por las elevadas cargas de trabajo.

«Hemos tenido mermas sobre las estadísticas anteriores, sobre todo de alojamiento e incluso la restauración», declaraba hace unos días el presidente de la Asociación Provincial de Hostelería y Turismo de Ciudad Real, Pepe Crespo. Julio no ha sido bueno para la actividad hostelera de la provincia, con las pernoctaciones en el Festival de Teatro Clásico de Almagro por debajo de los datos de años anteriores, aunque confían en que las fiestas locales de agosto ayuden a levantar el vuelo.

Tampoco están satisfechos con las cifras de julio en La Rioja, donde según la patronal la carga de trabajo ha sido muy llevadera. En la cercana Burgos, los hosteleros anticipan un verano peor que el anterior, en contra de lo previsto semanas atrás. Luis Mata, portavoz de la Federación de Hostelería de Burgos, explica que podrían acabar la temporada con un 6% menos de pernoctaciones que en 2022, mientras que la coyuntura económica está afectando directamente al consumo en bares y restaurantes.

Más pesimistas se muestran en Murcia, cuya patronal afirma estar pasando «un mal verano«. En una reciente encuesta, la Asociación de Hosteleros y Empresarios de Hostelería y Turismo de Cartagena y Comarca (Hostecar) recogía que los establecimientos acumulan un 12% menos de ganancias con respecto al año pasado.

Por su parte, los Empresarios de la Hostelería de Benicàssim (Ehosbe) fían su verano a agosto tras la baja de clientes derivada de los festivales en julio. Su presidente, Juan Miralles, se encomienda principalmente a las fiestas patronales de septiembre y un buen puente de octubre. Por su parte, en Almería

Con algo menos de euforia respecto al inicio del estío, aunque sin llegar a tirar la toalla, Jerez confía en que agosto remonte lo que no dudan en calificar como un julio decepcionante. El mes presente ha entrado con fuerza, algo que no hizo el anterior, donde las reservas hoteleras no llegaron al 80%, mientras que en Cádiz se situaron en el 84%. Para el presidente de la asociación Hostelería de Jerez, Alfredo Carrasco, de nada sirve un buen ciclo festivo «si las semanas de antes y las semanas de después son bajas».

Sin salir de la región, el presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería de Andalucía, Javier Frutos, considera que «el calor hace que la actividad hostelera en el interior de Andalucía no sea satisfactoria durante el verano». Así, mientras que en la costa se vuelve a batir récord de contratación, en «provincias como Sevilla, Córdoba y Jaén están viviendo su temporada más baja, ya de por sí con baja facturación». Ello dentro de una tendencia general en la que «se detecta un cierto retraimiento en el consumo», reduciéndose el ticket medio por la inflación y la subida de precios.

Madrid, moderado

La comunidad de Madrid, como es habitual en los meses de verano, se comporta de manera muy desigual. «Fuera del término municipal y especialmente en la zona norte, la hostelería crece a buen ritmo (en torno al 5% respecto del 22) gracias a la demanda de madrileños en segunda residencia, mientras que en Madrid capital los barrios residenciales ven como bares y restaurantes cierran para dar descanso al personal ante la ausencia casi total de sus clientes habituales», indica José Antonio Aparicio, presidente de Hostelería Madrid.

En cuanto al centro de Madrid, acoge la mayor parte del turismo de agosto, que es temporada baja, y ve reducido su volumen de manera importante. Desde la patronal subrayan que las fiestas locales de San Cayetano, San Lorenzo y La Paloma atraen visitantes que no compensan la caída habitual de internacionales.

«El turista nacional y el madrileño que visita Madrid en estos días hace que nuestra hostelería mantenga sus previsiones de crecimiento limitado, en torno al 3% respecto del 2022, confirmando una lenta ralentización en el crecimiento anual que ya se viene mostrando en meses anteriores. Las altas temperaturas perjudican la actividad entre los servicios de comida y cena y esas ventas no se recuperan en horario nocturno en el que se está anticipando claramente la finalización del servicio de cenas», explica Aparicio. En resumen, un inicio de agosto en línea con años previos a pandemia, creciendo en ventas moderadamente y ralentizando su evolución al alza.

Perspectivas de un buen agosto

En una línea más optimista, Asturias da por hecho un 23% más de gasto turístico este verano, con el alojamiento aumentando un 10% y la restauración contrayéndose. el gasto turístico aumenta un 2 10% en alojamiento, pero se contrae en hostelería. De la misma forma, Aragón arranca el mes de agosto con esperanzas tras haber alcanzado un 70% de ocupación, frente a la perspectiva del 50% que ayudará a completar un «buen verano».

El turismo de Almería también se concentra en las zonas costeras. «Nuestra previsión es terminar la temporada estival en el 80% u 85% de ocupación», afirma Pedro Sánchez-Fortún, presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Almería (ASHAL). Unos niveles algo más bajos, entre el 75 y el 80%, manejan en Galicia para agosto tras un julio en el que no se han alcanzado los números del año pasado.

Frente a esta diversidad de pareceres, los últimos datos recopilados por The Fork apuntan a un incremento del 26% en las reservas online en restaurantes durante julio. Las provincias que han registrado un mayor incremento de las reservas el pasado mes han sido Menorca, con un 45% más con respecto al año pasado; Cantabria, con un 13%; Ibiza y Las Palmas, a la par con un 12%; y, por último, Gerona, con un 9% del total.

A tenor de estos datos, la confianza de los hosteleros pierde fuerza. Según el Indicador de Confianza Hostelera de la patronal nacional, el pulso resulta menos favorable principalmente por la valoración negativa respecto a las expectativas para el tercer trimestre.

Así, un 34% de los hosteleros piensa que su negocio va a ir peor en el tercer trimestre que en el segundo, frente a un 32% que se muestra optimista, y el mismo porcentaje que opina que se va a mantener igual. Los costes de las materias primas y los costes de la energía se mantienen entre los factores internos como los principales problemas a los que se enfrentan los hosteleros, aunque han bajado de influencia, mientras que la caída de la demanda es el factor por el que más sube la preocupación.

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