La hostelería desoye los malos augurios y prevé crecer un 7,4% el próximo año
Si bien las previsiones están para ser batidas, la hostelería lleva un año rompiendo pronósticos. Para empezar, hace un año por estas fechas los establecimientos situaban la recuperación completa en 2023. Sin embargo, lo más probable es que el mercado español de foodservice (que engloba la restauración comercial y otros canales menores) alcance esta campaña de Navidad unas ventas similares a las de 2019, cuando rondaron los 3.250 millones de euros.
Una subida de precios en carta contenida y la aumento progresivo del consumo explican esta situación, aunque el segundo factor es el más determinante. En verano, con los niveles de gasto en auge, el sector esperaba un frenazo tras la temporada alta, pero llegó septiembre y se mantuvo la tendencia. Entonces se vaticinó que la relajación se produciría en la recta final del año. Nuevamente, los augurios cayeron en saco roto porque hace semanas que se llenaron las reservas en la hostelería española.
“Tras un magnífico verano, el sector sigue recuperándose este otoño y encara una muy buena campaña de Navidad. El consumidor está incrementando las visitas a establecimientos de restauración respecto al año pasado, aunque hace ajustes para controlar el gasto total en cada ocasión de consumo”, explica la directora de Foodservice de NPD en España, Edurne Uranga.
Las expectativas son que la industria española de foodservice cierre 2022 con un crecimiento de alrededor del 26%
Tras superar el trance de los últimos meses, las expectativas son que la industria española de foodservice cierre 2022 con un crecimiento de alrededor del 26% respecto al año pasado, hasta superar los 36.500 millones de euros, tan solo un 3% por debajo del negocio de 2019.
Según The NPD, estos datos son presagio de lo que sucederá en 2023, año para el que el mejor de los escenarios dibujado plantea un crecimiento del 7,4% mientras que el más pesimista dibuja un comportamiento plano de las ventas (+0,3%), en función de la evolución de los diferentes factores de incertidumbre a lo largo del próximo año.
Cambio de hábitos del consumidor
No obstante, en cuanto al tráfico, aún no se ha retomado la frecuencia de consumo previa a la pandemia: se estima que el año cerrará con un 9% de visitas menos que en 2019 y aún faltan por recuperar 17 ocasiones de consumo per cápita para igualar las 159 que realizó cada español de media en 2019.
La última ola del estudio Sentiments de NPD, realizada en septiembre, refleja que nueve de cada diez consumidores son conscientes del alza de los precios, pero “eso no quiere decir que lo hayan percibido negativamente o lo estén penalizando; de hecho, la restauración no está entre el Top 3 de actividades que tienen previsto recortar”, destaca Uranga.
Los españoles están aplicando medidas de ajuste para mantener las ocasiones de consumo en restauración sin incrementar en exceso el gasto, con la búsqueda proactiva de promociones (35% de los consumidores), eliminación de los platos más caros (28%) o reducción del tamaño de la comanda eliminando postres (20%), entrantes (13%), refrescos (13%) y/o acompañamientos (13%).
Además, el consumidor decide a qué ocasiones dirigir su ahorro: tiene previsto reducir tomar copas por la noche, tomar algo en el cine/teatro o estando de compras, pero no tiene intención de dejar de salir a desayunar (ocasión más resiliente en el consumo extradoméstico) y prevé mantener o incluso aumentar la frecuencia de ciertas ocasiones sociales como las comidas y cenas con familia o amigos.
“Los españoles están haciendo esfuerzos para no renunciar a su consumo en restauración, tal y como refleja el estudio Sentiments. Tenemos un año complejo por delante, pero entendamos sus demandas y necesidades y hagamos seguimiento en continuo de su evolución para mantener la senda de crecimiento que ha seguido el foodservice español durante 2022”, concluye Edurne Uranga.