La preocupación se extiende entre los hosteleros de cara a la recta final del año. Tras firmar un verano más discreto de lo esperado y con grandes diferencias entre regiones, el sentimiento de confianza del sector ha entrado en terreno negativo por primera vez en 2023.

Según muestra el Indicador de Confianza Hostelera trimestral de Hostelería de España, las expectativas de los empresarios hosteleros en la evolución de sus negocios volvió a valores negativos en el tercer trimestre del año. En concreto, la confianza se sitúa en 8 puntos negativos, lo que refleja una caída de más de 11 puntos respecto al índice 3,7 en positivo del segundo trimestre, además del nivel más bajo en el último año.

Resulta fundamental destacar que la posición que han adquirido los empresarios viene motivada por la incertidumbre que vive el sector ante la presión inflacionista y el miedo constante a un frenazo en el consumo. Este último escenario de momento parece tomar forma ya que, los establecimientos se llenaron en verano más que el año pasado, el comensal fue más cauto acudiendo a establecimientos más baratos.

La valoración de los empresarios hosteleros en la evolución de sus negocios, se obtiene de la media entre los índices de futuro y los de comparación con el mismo trimestre del año anterior y con el trimestre anterior de este año.

En esta ocasión, el resultado ha sido negativo debido a que la fuerte caída en las expectativas para el cuarto trimestre no compensa los aumentos de los índices respecto al pasado. El resultado del balance de la confianza de los empresarios del sector supone 11,7 puntos menos que el trimestre precedente y 3,2 menos que el del mismo período de 2022.

En el balance de expectativas, la mitad de los encuestados tiene una opinión desfavorable para el tercer trimestre.

La caída de las expectativas de los hosteleros se ve reflejada en la encuesta elaborada por Hostelería de España. En esta ocasión, el Indicador muestra que un 52,4% de los encuestados tiene una opinión desfavorable para el tercer trimestre, lo que supone más de la mitad del total. Estos hacen frente al 18,1% que se muestra optimista, y al 29,4% que se va a mantener igual.

En busca de la mejor valoración del Indicador, ésta se encuentra en la comparación trimestral. A pesar de mostrarse positiva, es más baja que la del trimestre anterior, con 7,1 puntos frente a 12,4. Estos resultados reflejan que un 42,1% de las opiniones son favorables respecto a los tres meses previos, frente a un 35% que opinan que fue peor, y un 23% que considera que se mantuvo igual.

En relación con las causas de esta posición de los empresarios, hay diferentes motivos que preocupan al sector. Los costes de las materias primas se mantienen como el factor interno que mayor preocupación producen. Para los hosteleros, los costes de la energía cogen fuerza y ocupan el segundo puesto. La caída de la demanda es el factor por el que más baja la preocupación respecto al trimestre anterior, aunque fue el que más subió en ese período.

Entre los factores externos, los precios altos se mantienen como el factor que más preocupa al sector. Al precio le siguen los costes financieros, que ambos se muestran sin cambios respecto al trimestre anterior. Al contrario de la influencia del nivel de tecnificación, que en este ejercicio ha subido.