El valor social de los bares en España: nexo de convivencia y reducto contra la despoblación
«Si no existieran los bares, la sociedad sería totalmente distinta». Quien lanza esta afirmación es Gustavo García, coordinador de un estudio sobre la dimensión social de la hostelería. Un trabajo que analiza el impacto de los establecimientos hosteleros de proximidad en la vida personal y comunitaria, así como las funciones que cumplen en el logro de sociedades más igualitarias e inclusivas.
La principal conclusión del informe, el primero de estas características que se elabora en el país y que cuenta con la colaboración de Hostelería de España, no puede ser más rotunda: España es un país de bares, avalado por el hecho de que el 85% de las personas usuarias de la hostelería dice tener uno o más establecimientos donde van de manera asidua,
Además de orientar toda la investigación, este dato evidencia que los bares son algo más que «servicios» y forman parte de la vida cotidiana. A su vez, se divide entre el 23% que dicen tener un solo establecimiento habitual y el 62,5% que dice tener más de uno. Los resultados de la encuesta realizada ponen de manifiesto que son cuatro los establecimientos hosteleros que se usan con más frecuencia como lugares de encuentro, donde socializar y encontrarse: bar-restaurante (74,4%), cafeterías (69,7%), bares-terrazas (63,2%) y bares de tapas (61,1%).
El 85% de las personas usuarias de la hostelería dice tener uno o más establecimientos donde van de manera asidua
De lo anterior se deduce que los bares más tradicionales constituyen la referencia como espacios habituales de relación y por su impacto sobre la vida personal y social. «No decimos que sea una causa y efecto, sino que existe relación», ha puntualizado García durante la presentación del estudio. Ello sin menoscabo de otras funciones económicas, laborales y también relacionales que cumplen otros establecimientos hosteleros, o su función cultural, al ser un espacio de encuentro ideal en cada territorio para intercambiar los símbolos culturales tradicionales y de referencia.
No obstante, la fidelidad a un solo establecimiento -como habitual- se da más en poblaciones medias, de entre 20.000 y 50.000 habitantes, mientras que en poblaciones de más de 50.000 habitantes hay menos participantes que tienen un establecimiento habitual. Por su parte, las personas que viven en zonas rurales o en municipios con población inferior a 20.000 habitantes son quienes más dicen tener más de un establecimiento de referencia.
Los expertos (de hostelería y de lo social) destacan la importante función relacional que tienen los bares. El 45,5% de los hosteleros y 53,85% de los expertos de lo social, coinciden en que mayoritariamente las personas acuden acompañadas a los locales de hostelería. Esto pone de manifiesto el carácter relacional del uso de estos establecimientos, que se asocia a una mayor satisfacción vital (entre 3,87 y 3,89 en una escala de 5) y a una mayor confianza vecinal (3,59 sobre 5 frente a 3,32 de las personas que no los tienen).
Bares, restaurantes y cafetería constituyen así, en el ámbito de la proximidad, espacios de construcción de ciudadanía, que contribuyen a la
inclusión social, reforzando sentimientos de pertenencia y evitando el aislamiento de personas que viven solas o mayores. Unas funciones muy arraigadas socialmente, que los define como elementos característicos de nuestra cultura y una de nuestras señas de identidad.
La España llena de bares
Por último, los datos del estudio aportan un análisis pormenorizado mediante un mapeo de municipios, sobre la población que vive hoy en día sin
establecimientos hosteleros de proximidad en su localidad. Concretamente en España sólo el 0,3% de la población (142.781 personas) vive en algún municipio sin bares o establecimientos hosteleros de proximidad.
De los 8.131 municipios que hay en España, el 17,7% carecen de hostelería (1.435), con un tamaño medio inferior a 100 habitantes. No se ha identificado ningún municipio mayor de 500 habitantes sin bares o establecimientos hosteleros de proximidad.
Castilla y León concentra casi la mitad de la población que vive en municipios sin bares (70.441 habitantes), donde el 3% de la población de la comunidad vive sin ningún local de hostelería de proximidad en su municipio. En el otro extremo hay cinco CCAA en los que todos sus municipios cuentan con estos servicios: Baleares, Canarias, Galicia, Madrid y Murcia.
Además, 35 de las 50 provincias tienen algún municipio sin bares de proximidad, destacando Burgos, Salamanca y Zamora. Hay otras ocho provincias que superan los 5.000 habitantes en municipios sin bares: Navarra, Lleida, Huesca, Valladolid, Palencia y León.
El estudio concluye en que la carencia de bares en una localidad limita las oportunidades de desarrollo personal y cohesión social. Los bares son los últimos reductos contra la despoblación, por ser un servicio nucleador de la vida colectiva. Y señala la importancia de iniciativas que permiten mantener abiertos estos establecimientos en municipios con escaso número de habitantes, como son los centros multiservicios, especialmente presentes en provincias como Teruel o Soria.