
Cerveceros y hosteleros alertan de las duras consecuencias de sustituir terrazas: «Muchos no podrán asumir el coste»
Hasta un sector curado de espanto como la hostelería teme las consecuencias de una nueva regulación que compromete la piedra angular para la mayoría de bares y restaurantes independientes. No es otro que el anteproyecto de la Ley de Prevención del Consumo de Alcohol en Menores, que contempla terminar con las sillas, mesas, toldos y rótulos de marcas de cervezas y bebidas alcohólicas que definen el paisaje de terrazas en España.
La medida en cuestión pone el foco sobre aquellos mobiliarios de hostelería con patrocinios de bebidas alcohólicas situados junto a parques infantiles, polideportivos o piscinas. Es decir, todos los entornos frecuentados por menores. El borrador del anteproyecto, actualmente en un tramité parlamentario que concluirá con una votación del Congreso el año que viene, propone un conjunto de limitaciones específicas aplicables al patrocinio de bienes, servicios, actividades y espacios públicos.
El hecho de que las cerveceras invirtieran más de 600 millones de euros en negocios de hostelería durante el 2023 ofrece una muestra de la estrecha relación entre ambas partes. Pese a la caída en el consumo de esta bebida, las marcas de cervezas, tanto grandes como pequeñas, consideran a bares y restaurantes el core de su negocio. Por su parte, los negocios hosteleros requieren cada vez más de su apoyo como proveedores.
Los pequeños negocios dependen en gran medida de estos patrocinios
Al margen del suministro, el mobiliario de terraza y sala, así como el equipamiento, patrocinado que proporcionan las cervezas supone un importante ahorro de costes o, según se mire, una fuente de ingresos indirectos.
A riesgo de sobrerreaccionar, en Hostelería de España previenen del impacto demoledor que puede tener esta prohibición en el tejido empresarial. «Supone cortar una fuente de financiación para muchos establecimientos de hostelería que no podrán asumir el coste de este tipo de mobiliario». La patronal pone el foco especialmente en los pequeños negocios que dependen en gran medida de la publicidad y del patrocinio de marcas de bebidas alcohólicas. «Sobre todo de áreas rurales o municipios pequeños que no tienen recursos para renovar este tipo de mobiliario».
Renovar costaría cientos de millones de euros al conjunto del sector
Además, la prohibición de patrocinio del mobiliario podría suponer una limitación importante a la hora de reformar o renovar sus terrazas e incluso al desarrollo de nuevos espacios exteriores. En el caso de prescindir del patrocinio de las marcas de cervezas y sustituir terrazas, se calcula que el coste del nuevo mobiliario ascendería a 12.000 euros de media por local.
Si se extrapola esa cantidad sólo a los cerca de 150.000 bares que hay en toda España, el montante asciende a cientos de millones de euros. La Federación de Empresarios de Turismo y Hostelería de Pontevedra (Feprotur) estima que este cambio supondría un desembolso de 52 millones para los establecimientos de la región.
Con esta y otras medidas, Sanidad busca evitar la exposición de los menores a la bebida con una mayor regulación. «Restringir la visibilidad de la marca en la hostelería, tal y como plantea el borrador del anteproyecto, reduce el fuerte apoyo económico de los cerveceros a este sector clave de la economía nacional sin, además, lograr ninguna mejora respecto al objetivo», razona Jacobo Olalla, director general de Cerveceros de España.
Desde su total disposición a colaborar con el Gobierno, en la asociación argumentan que las compañías cerveceras fueron pioneras dentro del sector de alimentación y bebidas en la aprobación de un Código de Autorregulación Publicitaria (1995). Un código cuyo fin es asegurar una comunicación comercial responsable, legal y honesta con especial protección a los menores de edad y que promueva un estilo de vida activo y saludable.
Las terrazas como elemento que favorece la competencia entre cervezas
«Los patrocinios son indispensables como elementos intrínsecos de la competencia en la elección del consumidor: permiten los aumentos de las cuotas de mercado de las empresas y resultan de gran utilidad para la introducción de productos nuevos, así como para informar al potencial comprador sobre innovaciones y calidad», destacan los cerveceros.
Frente a las críticas sobre la supuesta influencia que ejerce este tipo de publicidad en la incitación al alcohol, concluyen que las restricciones a la publicidad no influyen en el consumo general de las bebidas ni en la prevención de los casos de abuso, ya que no existe repercusión efectiva de la publicidad de cerveza en las cifras de consumo.”
Las consecuencias de restringir la publicidad de las bebidas alcohólicas, incluidas las 0.0, también afectarían a la financiación de pequeños clubes deportivos y la organización de fiestas populares. «Supondría un empobrecimiento de la capacidad de poner en marcha estos eventos, que incluso en algunos casos podría llevar a su desaparición», remarcan desde la patronal hostelera.