
Restaurante Sala, el templo de la gamba en la Sierra de Guadarrama
Don José María Martínez y Mari Carmen Barroso, fundadores del restaurante Sala en el año 1979, un ícono de la gastronomía de Madrid, especialmente conocido por sus gambas a la plancha. Gracias a su esfuerzo y dedicación, el fundador es quien seleccionaba personalmente los mejores productos del mar. Hoy sus hijos, Chema y Oscar Martínez, continúan esta tradición, fieles a los valores y conocimientos inculcados por su padre Don José.
Desde 1994, Sala ha dejado de ser un hotel para convertirse en un Gran Restaurante en la Sierra de Guadarrama de Madrid, con Antonio Granados con la batuta en los fogones. La fama de sus gambas es tal que, según su cocinero en invierno llegan a vender aproximadamente unos 400 kilos de gambas a la semana, cifras que en verano fácilmente pueden llegar a duplicarse pudiendo alcanzar entre 1000 kilos. La calidad de las gambas es un factor crucial para el éxito de Sala, frescos y de buen sabor, grandes o pequeñas, las de Huelva son las más codiciadas. Cuentan con obrador y huerto propio.
Este restaurante veterano ha puesto a Guadarrama en el mapa gastronómico desde hace más de 40 años. Buena cocina de mercado y carnes de afilar el cuchillo. Sala abre sus puertas en una de las primeras urbanizaciones del pueblo, rincón popular para los gatos que buscaban escapar del calor intenso, o ese lugar de veraneo para quienes encuentran en esa casa está una excelente opción para disfrutar de mariscos sin tener que viajar hasta la costa.
Buena cocina de mercado y carnes de afilar el cuchillo
El restaurante ha evolucionado a lo largo de todo este tiempo. En sus inicios, la gente acudía principalmente para atiborrarse de gambas que se vendían en lraciones por 2 kilos, pero ahora los parroquianos consumen menos para luego pedir carnes de zona. Es muy normal ir en semana y encontrarse al menos con 100 personas comiendo y los fines de semana llenarse, y con mucho ambiente.

La autosuficiencia del restaurante y su capacidad para adaptarse a las demandas de los clientes han sido clave para su perdurabilidad y éxito. La dedicación de la familia Martínez y su gran compromiso con la calidad continúan siendo los pilares que sostiene a Sala como uno de los restaurantes más reconocidos y queridos de Madrid. Con más de 40 años de historia, Sala sigue siendo un secreto imprescindible para los amantes de la gamba manteniendo la esencia y tradición que don José María Martínez inicio en el 79.
Del vino, capítulo aparte. La bodega es inagotable, y el guiño a Francia es indiscutiblemente una de los pistas más afortunadas para los enópatas. !Va por vosotros, queridos amigos y cómplices!